Nunca hubiera imaginado que un simple beso le iba a proporcionar tanto placer, en la vida había recibido un beso tan... ¿cómo decirlo? pasional, si así es, un beso increible del gran amor de su infancia; por aquel entonces eran críos pero ahora la cosa había cambiado, ahora, en cierto modo, habían madurado al menos un poco.
Tras esta situación, los jóvenes adolescentes se quedaron sorprendidos y al mirarse a los ojos el uno al otro, se sorprendieron al ver que los dos estaban sonrojados y sin saber muy bien que decirse; solo ellos eran conscientes de dicha escena, ya que el resto se lo tomaba como lo que realmente era, un simple juego.
Días después de este bonito episodio, el joven Ivan fue a visitar a la preciosa y aún sonrojada Vanessa; queridos lectores pensareis que lo estoy exagerando pero cuando vuelves a ver a tu primer amor y ha cambiado tanto para bien, os sorprenderiáis de como es capaz de reaccionar tu propio cuerpo.
Vanessa sorprendida tras esta inesperada visita lo unico que fue capaz de hacer fue lanzarse a los brazos del musculoso chico que tenia en la puerta de su casa. Ante este bello gesto el muchacho la acogió entre sus brazos con fuerza como si hiciera un siglo que no se hubieran visto, la madre de la chica al ver que esta no regresaba tras 5 minutos de espera salió a curiosear que pasaba y al ver al conocido chaval que, para que lo vamos a negar, seguía conservando esa cara de niño pequeño y bondadoso, le invito a pasar.
-Ivan cuánto tiempo, ¿cómo esta tu familia que tal tus hermanas y tus padres?-preguntó la madre, como no interesada por estos, ya que en un tiempo atrás habían sido muy amigos.
-Bueno mis padres se divorciaron y poco tiempo después mi padre murió, unos años más tarde mi madre consiguió rehacer su vida con un hombre maravilloso cuyo hijo y yo acabamos haciéndonos muy amigos, como buenos hermanos; y bueno mis hermanas muy grandes como puedes imaginar.
Y como Vanessa se sentia un poco incomoda ante esta situacion, se retiro a su habitacion.
