Melisa Mendoza X Daniel Valencia (""Obsessed")

Capitulo 4 "Informe"

Melisa:

Estaba en mi oficina y fui hacia la presidencia, para comentarle algo a mi hermano, al llegar, lo escuché discutiendo con Mario.

Armando: Son las 9:30 de la mañana y ¿Sabe desde a qué horas lo estoy esperando, Mario? –Ironico–

Mario: Hombre, si, lo que pasó es que, es que-  –Armando lo interrumpió–

Armando: "Es que nada", usted se comprometió conmigo a qué veníamos acá y nos encontrábamos a primera hora. –Dijo Irritado– Pero como aquí nadie cumple nada. –Ironico–

Mario: Hermano, yo sí soy un tipo muy cumplido, pero agarro el sueño. –Respondio–

Armando: "Me agarro el sueño" –Imito su voz–

Solo solté una risita y me miraron.

Melisa: Lo siento, creo que es mal momento. –Hable nerviosa–

Armando: ¿Y que estaba haciendo usted que llegó tarde? –Le pregunto a Mario estresado–

Mario: Nada en especial.. –Dijo mintiendo–

Armando: "Nada en especial", a mi no me diga mentiras Mario, que yo me lo conozco perfectamente, ¡Yo se quien es! mire esa cara de degenerado que trae hoy, ¿Dónde estaba? ¡¿Que estaba haciendo?! Porque se acaba de duchar, usted no fue a su departamento, dígame. ¿Que estaba haciendo? –Dijo molesto–

Mario iba a hablar, pero lo hizo mi hermano.

Armando: No, mejor no me lo diga, porque yo me lo puedo imaginar perfectamente, y no quiero saberlo. –Respondio con ironía– Trae un cara de placer tan grande, que lo único de que me dan ganas, ¡Es de ROMPERSELA! –Dijo molesto–

Mario: Armando, no seas envidioso. –Dijo en un tono de broma–

Armando: ¿Con quién estaba? ¿Con la mujer aspiradora? De pronto, porque veo que le chuparon hasta la última hormona. –Dijo irónico–

Ese estuvo bueno.

Mario: Ya, hombre ya ¡Ya discúlpeme! –No termino de hablar porque lo hizo Armando–

Armando: ¡¿"Ya que"?! ¡¿Ya que, Mario?! Nos comprometimos a llegar temprano. –Se levantó de su lugar– ¡Para trabajar en en el plan de negocios! ¡La empresa está encontra nuestra! ¡El tiempo está encontra nuestra! ¡Daniel está encontra nuestra! –Se le acercó a un lado donde Mario estaba sentado–

Dios, si a mi me aturde con sus gritos, no quiero pensar como debe estar de aturdido Mario.

Armando: ¡Y a usted lo único que se le ocurre es llegar tarde! Porque no pudo sacrificar esa noche de placer, por está empresa, por mi, ¡Por nuestra amistad! –Dijo molesto–

Mario: Mire hermano, agarré su muñeco –Le paso su pelotita antiestres– ¡Y calmese por favor! –Le dio la pelotita–

Mi hermano la tomo y la dejo en el escritorio.

Armando: ¡NO! ¡ME QUIERO CALMAR! –Grito–

Mario: Entonces, pongámonos a trabajar. –Respondio–

Armando: No, no nos podemos poner a trabajar, ¿Sabe por qué? –Dijo irritado– Porque Patricia tonta Fernández, que tiene el plan de negocios que le encargue y los informes,y no a llegado –Ironico– ¿Sabe por qué? Porque de pronto está donde el cirujano, haciendose la lipo, de pronto estás donde el peluquero, teniéndose el pelo o de pronto está consiguendo marido. –Ironico–

En eso vi a Patricia entrar, pero aquí algo no me cuadra.

¡El pelo mojado!

Patricia: ya llegué Armando. –Dijo con tranquilidad–