—Katarina, ¿qué pasó con tu carta, la que estabas escribiendo hace tiempo? Nunca me lo mostraste.
Katarina se encogió de hombros, estaba ocupada pintando en un cuaderno con dibujos de mandalas, que eran bastantes difíciles y con muchos detalles para el gustó de Angelina, Pero a la pequeña le gustaban, por eso se los compraba cada vez que veía uno nuevo.
Era su último hobby, y tenían guardado todos los libros que habían completado con el tiempo.
Ácimović miró la hora, siendo las doce menos veinte, y suspiró, sabiendo lo que vendría.
—kat, ve terminando por hoy hay que ir a dormir —murmuró y se acercó a ella, dejando besos en su mejillas y orejas.
—No quiero —negó, sin dejar de mirar el cuaderno —. Me falta mucho para terminar, no puedo.
—kata, sólo por hoy, por esta vez. ¿Puedes dejarlo un rato bebé? Te prometo que seguirá hay tal como lo dejaste.
Volvió a negar.
—por mi, vamos, por favor.
Se lo pensó un poco, y sabía que si insistía de esa forma era por qué le resultaba importante, así que suspiró, cerrando el libro y guardando sus colores.
—Muchas gracias mi amor —agradeció la mayor, sonriendo y besando su mejilla sonoramente, haciéndola sonreír.
Se levantó para buscar un vaso con agua y la pastilla que tenía que darle.
Le rompía el corazón hacerla dormir como medicamento para que no sufriera con los juegos artificiales de año nuevo, Pero no volvería a arriesgarse a lo que había Sido la única noche que había permitido que se mantuviera despierta.
Katarina era bastante tolerante a los ruidos, Pero si eran muy fuertes, como una lluvia torrencial con rayos y truenos, o especialmente, una noche donde un montón de idiotas se divertían explotando cositas para ver colores y formas que duraban menos de un segundo: se alteraba, demasiado.
Lo había comprobado una noche donde katarina le rogó que la dejara despierta una vez, por qué quería saber que era el año nuevo, las fiestas, y los fuegos en el cielo.
Y con los pucheros, la había convenciendo totalmente.
Esa noche, al marcar las doce, sentadas en el balcón, katarina vio por primera vez los fuegos artificiales, y fue cuestión de segundos para que comenzará las explosiónes fuertes y el armontonamiento de fuegos y ruidos.
Cubrió sus oidos con sus manos y sintió su cabeza doler, creía que hasta iba a estallar, comenzó a gritar de dolor.
—¡Katarina! ¡Katarina, ya!
—¡Basta! ¡Angelina haz que pare! ¡Basta! —comenzó a gritar mientras las explosiónes continuaban, y Angelina no podía hacer nada por ella, abrió la puerta del balcón para entrar y fue ese segundo que se alejo de ella lo suficiente para que la menor fuera a la pared y comenzara a golpear su cabeza con fuerza.
—¡No, no! —se había casi lanzado sobre la chica para abrazarla, alejándola de la pared, katarina intentó continuar golpeándose contra el hombro de su novia, hasta que está la abrazó con fuerzas para que no pudiera moverse de su pecho.
No pudo siquiera entrarla, no pudo hacer nada por ella, sólo sostenerla allí, en el balcón, apretándola para que no se golpeara, aguantando su llanto y sus gritos, sus ruegos llenos de dolor en búsqueda de paz y silencio, por alrededor de media hora hasta que el último ruido se detuvo.
Cuando paró, katarina respiraba agitada, seguía llorando, Angelina lloraba con ella.
—Lo siento, Kat, no volverá a pasar nunca más.
—No me.... Gusta.... El año nuevo — murmuró, mientras intentaba recobrar el aire.
A la mayor le dolia mucho tener que dormir a su con pastillas, Pero le dolía más que sufriera como aquella noche.
Así que le daba su medicamento, la acompañaba hasta la cama y se quedaba a su lado, abrazandola hasta que se quedara dormída.
Eso hizo esa noche de año nuevo, la menor cerró sus ojitos y durmió, sin escuchar un solo ruido proveniente de afuera.
Angelina, curiosa y aprovechando sus inconsciencia, buscó su cuaderno, que estaba en su mesa de luz, buscando la carta que una vez katarina había escrito, la curiosidad la comia.
Pasó un par de páginas y encontró las cosas más tiernas del mundo.
Katarina había dibujado todo lo que habían pasado, desde el regalo de la funda del celular, sus primeras flores, hasta el día que la menor tuvo su primera crisis.
Y cada dibujo tenía una pequeña frase escrita del tipo: "Angelina me ha regalado estrellas en una funda "
"Angelina se ve bonita con sus flores ", "Angelina me abrazo hasta que deje de llorar".Lágrimas comenzaron a caer por su rostro y sólo pudo limpiarlas y continuar.
Encontró la carta cuando vió el texto largo, simplemente supo que era aquello.
—"Quería Angelina"— comenzó, sintiéndose halagada.
“te conoci al ver tu sonrisa, y una emoción nueva que desconocía apareció en mi corazón, y no sabía cómo lo hacías, aún no lo sé.
Me acerque a ti por qué quería saber quién eras, por qué sentía confianza contigo, por qué me mirabas a los ojos, porque me dabas atención, por qué algo me pegaba a ti.
No sabía qué era, no sabía que sentía, no sabía quién eras para hacerme sentir eso.
Me enseñaste que es amor. Era amor. Todo este tiempo. Tú eres amor, y yo soy amor.
No puedo decirlo, no me salen bien las palabras, Pero soy tuya y tú eres mía, el amor es más que eso incluso, el amor es elección, y yo eligió ser tuya, y se que eliges ser mia, por qué sino, te hubieras ido hace mucho.
No puedo hablar mucho, me trabó, las palabras se van, desaparecen, en el papel las puedo acomodar mejor, me ha costado días ir escribiendo ésto.
Gracias por no irte nunca, espero que te quedes mucho tiempo conmigo.
Y quiero estar contigo más que nunca, para siempre, quiero tener mi final feliz contigo.
Por eso ¿Podemos casarnos? "
Con el ruido de los fuegos artificiales en su máximo esplendor, terminó de leer aquella carta que katarina había escrito muchos meses atrás, más de un año antes, rió y sus lágrimas caían por sus mejillas, se tomó su tiempo para borrarlas y aclararse un poco, al pasar a la otra hoja, no pudo evitar soltar una carcajada.
Katarina había trazado su mano, y había dibujado un anillo de oro con diamantes, idéntico al suyo, en su dedo.
Abajo, decía: "Angelina arruinó mi sopresa se me adelantó".
Cerró el cuaderno, sintiendo que ya había visto demasiado, sintiendo que estaba más que conforme y más que segura.
Lo dejo en su lugar y se volteo hacia la durmiente pequeña, seguiría así hasta la mañana siguiente, así que se acomodó a su lado, acurrucándose contra su amor, tomando su mano y acariciando el anillo de su pareja.
—Te amo, esposa —susurró, dejando un beso en su mejilla, antes de quedarse dormida junto a ella.
Fin
Hola aquí está el capitulo final espero le aya gustado está pequeña y corta historia.
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Autismo
FanfictionAngelina es la amiga de Adriana , Adriana es la hermana de katarina ,katarina tiene autismo y no sabe que es ese sentimiento que aparece en ella cada vez que está con Angelina ¿cuánto tiempo tardará katarina para descubrirlo? ¿y cuándo será que est...