Bachira; Brisbane - 06:17a.m, domingo
Me la había pasado seis meses enamorado de un chico.
Rin, así se llamaba el alucín.
Rin era ese tipo de chico que siempre parecía tener todo bajo control. No sé si era su sonrisa o la manera en que lograba que yo, que normalmente soy un desastre, quisiera ser alguien mejor. O tal vez era solo que era malditamente guapo, y la persona más seca del planeta entero.
Con quien en serio quería algo bonito, salíamos juntos cada fin de semana, de verdad me gustaba estar con él, me sentía tan bien se sentía tan... tan mágico que no podía evitar pensarlo aunque no quisiera, e incluso terminando el instituto; en las noches, aunque normalmente era yo quien hablaba y él solo soltaba un "okey" o un "sí, como no".
Pero nada de eso me importaba y me pasé por la cola sus 91283 red flags, realmente estaba loco por Rin, tanto así que era solo por él que yo me bañaba a diario.
Y no valoró.
Me enteré de la forma menos sana que ya estaba de novio con sabe Dios quien.
Pero noo, cuando yo le preguntaba qué éramos, ahí sí solo quería fluir.
Mi cabeza estaba hecha un lío, era cólera, rencor, ira, sobre todo ira. Nuevamente, me habían visto la cara, me ilusionó para al final no terminar en nada, y eso... eso dejó de dar risa en la quinta vez que me ocurrió esta desgracia.
Quizá sí sea bastante impulsivo. A lo único que atiné en ese instante, fue agarrar la primera caja que tenía cerca e ir a mi habitación a echar ahí todo lo que Rin me dio, que era básicamente nada, solo un boleto de tren que él me pagó, unas cuantas tarjetas con textos sacados de ChatGPT y dos sudaderas suyas.
Así que, de valor, valor, no era lo que metía en la caja. Tomé una hoja de un cuaderno y escribí mi humilde opinión a esta situación y mis mejores deseos al hombre ese.
"Vete a la verga, buenos días."
Una obra maestra, que ni Ratatouille pudo haber pensado al cocinar expresaba todito lo que deseaba restregarle en la cara, era breve y concisa, si eso no cerraba ciclos, no sé que más lo haría.
Sin más, metí todo a la caja sumándole mi carta de apreciación, y coloqué la dirección sobre el cartón, mi nombre y correo.
Tan innecesario, pero que sabré yo a las normas del correo. Salí afuera y eché el paquete donde vendrían a recogerlo, obvio lo podría llevar yo hasta su casa, pero, nah, qué flojera.
Además, el cartero vendrá hoy, y el paquete le estaría llegando el martes aproximadamente, y no debí mover ni un solo dedo en caminar cuatro cuadras hasta su casita.
Aunque, en mi apuro quizá debí revisar bien qué había escrito en la dirección...
Isagi; Byron Bay - 09:23a.m, martes
Cómo que amanecimos muy agresivos, ¿no?
Fue lo primero que pensé al abrir el trozo de papel que había en una caja que habían dejado en el porche de mi casa, al principio pensé que era una amenaza por olvidar pagar el pan, pero.
Esto es demasiado extraño, como por qué o qué me enviarían dos sudaderas todas despintadas y de muy mal gusto, junto con un boleto todo usado.
Porque claro, lo primero que uno hace cuando está molesto es enviarle a alguien dos poleras y un boleto de tren. Toda una amenaza de estilo.
¿Qué se fumó?
Al parecer, un tal Bachira no pasaba su mejor momento, y peor aún que envía su paquete a casi 150 km lejos de su ciudad.
Pues, que tendría que hacer, ¿devolverlo o usarlo para preparar mi almuerzo en una fogata?
Como que la fogata me está haciendo ojitos, pero naah, ya toca hacer mi acto de caridad del año.
Procedí a ir por mi teléfono y llamar al número que venía en paquete.
--No Rin, no quiero nada contigo ahí te dejé tus cosas, ba-
--Buen día señor, creo que se confundió de dirección.
--¿qué?
--Eso señor, que yo no soy ningún Rin que yo sepa.
En mi cabeza y como me dijo mamá, toda la vida me llamé Isagi.
--Eso me quedó claro, hijo, tu voz es bien de niñito, pero ¡¿cómo qué señor?!
--Es que por lo que dice es la hoja, creí que ya estaba por divorciarse, señor, digo joven.
--Entonces, ¿Quién eres o qué?
--Como le digo, no soy ningún Rin, me llamo Isagi, vivo en Byron Bay, y cuando vi ese paquete en casa, creí que era de un extorsionador o del señor de la panadería.
Menos mal y no era el señor del pan.
-Suputamadre. Capaz y me ganó la cólera que le dejé el paquete a otra dirección.
-Eso parece, seño- Bachira, digo. Y si no es por parecer chismosos ni nada, pero ¿por qué estaba tan molesto?, que un vete a la verga tan temprano en la mañana no es muy bonito de recibir, ehh.
--Es que me vieron la cara de imbécil, te comento, así que embalé todo lo que me dejó y lo quería mandar a su casa, verás.
Solté una carcajada, tapando el micrófono del teléfono, porque, que imbécil.
Mientras él me explicaba su drama con este tal Rin, yo seguía viendo la caja. ¿De verdad me acababan de involucrar en un culebrón romántico por accidente? Esto es lo más entretenido que me ha pasado en meses.
--No pues, que feo con su mujer oiga.
--Es hombre.
waos
-Que feo con ese hombre entonces.
Escuché como reía al teléfono y la verdad, sí se me hizo muy lindo escuchar eso, era una risa única.
-Bueno, bueno, ¿Cómo le hacemos para que le devuelva su paquete indeseado?
--En serio, me muero de vergüenza en esta situación, pero, ¿el jueves te parece?
--Me parece bien, viene o voy.
--Voy yo, para compensar el mensaje poco agraciado.
Reí y escuché una carcajada también de su parte, sentía química al teléfono.
-Bien Bachira, entonces nos vemos en la playa principal, vivo frente a ella.
--Uhh, no digas eso, que voy y me meto al mar.
--Con gusto surfeamos un rato, y te chismeas todo ese drama que tienes.
Una risita más se le escapó y por último me despedí, no parecía mal tipo, a menos que venga a secuestrarme, quitarme los órganos y enterrarme en la playa.
Notas;
Sí, no terminé el fic anterior, pero estoy fresquita con este JAHSJAS, espero les guste, que devuelta llegó el hype a esta serie y no hay que desaprovechar pue.
Díganme si tienen algunas cositas que les gustaría que añada, sin más me despidoo, feliz día del perezosoo (soyese) 😛
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𝐂𝐑𝐎𝐒𝐒𝐄𝐃 𝐂𝐀𝐑𝐃𝐒; ★
Fanfiction-☆ Como acto simbólico, Bachira decide deshacerse de todas las cosas que le traían recuerdos de uno sus ex-casi algo, así que empaca todo y lo envía por correo. Solo que por la ira, no anota bien la dirección y su paquete termina muy lejos de don...