Bajo la luz de la Luna

Capitulo 8: Sin salida

Law no comprendía lo que decía junto a los otros dos quienes estaban confundidos con lo que decía, Mihawk y Perona estaban muy sorprendidos y fue ella quien le dijo

-No es posible ¿Sabes lo difícil que es encontrarlo? ¿Como estas tan seguro?- pregunto apurada a lo que Luffy ladeo la cabeza cruzando los brazos

-En realidad no se muy bien pero lo que si se es que es mío así que por favor, no lo marques- suplicaba al hombre, Law estaba confundido con lo que estaba diciendo y Mihawk rechisto

-Es posible pero tampoco puedes estar cien por ciento seguro de ello, ahora si lo marco ya no podrá ser tu afín pero no es lo que quiero, ellos están acusándonos de ser los culpables del ataque de uno de los suyos- apretó mas su agarre haciendo que Law se quejara, Luffy se apuro mientras le decía

-No es así, el me dijo que confiaba en mi, quiere investigar quien fue realmente- estaba nervioso a lo que Mihawk miraba extrañado

-¿Como podemos confiar en ellos? Ellos vinieron a buscar como eliminarnos- miraba con enojo a Zoro quien tenia su mirada fija en el, Sanji se retorció y reclamo

-Tampoco se hagan los inocentes, hemos tenido victimas de su mordida y al que tienes amagado es quien te lo puede asegurar- miro enfadado a Mihawk

-Algunas noches debo atender a los pueblerinos con anemia, siempre que salen de noche regresan con una mordida y falta de sangre- decía quejándose de su agarre, Luffy sudo un momento y chiflaba hacia los lados, Perona volteo hacia una esquina mientras disimulaba no escuchar, Mihawk arqueo una ceja

-Ustedes...- se quejo al verlos a lo que ella comenzó a decir

-Hay necesidad, es casi como ganas de ir al WC- decía en un intento de no ser regañada completamente

-Yo lo hago de vez en cuando, es que la sangre de vaca no es lo mismo- decía nervioso y Mihawk suspiro fastidiado

-Ya les dije que si tenían necesidad debían ir a pueblos mas lejanos- regañaba a ambos pero se defendieron

-No nos da tiempo, el sol saldría antes de poder llegar y ni loca me quemare esta hermosa piel- decía la chica quejándose

-No me gusta andar de murciélago además las cuevas están llenas de esos y no les caigo bien, dicen que no los dejo dormir- jugaba con sus dedos mientras le explicaba porque no querían alejarse, ninguno se dio cuenta de que Zoro se estaba liberando, en un arrebato se libero y ataco a Mihawk haciendo que soltara a Law

-Sujeta al pervertido y vámonos de aquí!!!- tomo un pequeño saco lleno de sal y se la aventó al hombre a quien no le afecto pero le molesto en sus ojos, Perona estaba por ayudarlos cuando Sanji con una terrible cara le decía

-Perona-chwan, si me rescatas te amare por siempre- levantaba sus labios haciendo que ella se asustara y huyera, Luffy los iba a detener pero Zoro logro asestarle una patada apartándolo y grito

-Vámonos!!!- Law cargo con Sanji y salieron corriendo hacia la salida, la chica estaba asustada por el rostro de Sanji mientras Luffy estaba mareado

-Perona, Mugiwara, no dejen que se escape especialmente el pelinegro, el es tu afín y no debemos dejarlo irse- indico apenas apartando la sal en sus ojos, los dos asintieron y los persiguieron lo mas rápido posible, en el camino diferentes espantos intentaban detenerlos pero Zoro era mucho mas hábil de lo que parecía y lograba detener todo ataque, Law como podía intentaba liberar a Sanji sin dejar de correr, al lograrlo comenzó a correr por su cuenta logrando defenderse de todo lo que se les atravesaba

-Si es cierto que no fueron ellos ¿Entonces que fue lo que ataco a Trébol?- pregunto angustiado Sanji mientras pateaba a los espantos que intervenían

-No lo se pero aun así ¿Porque venir por nosotros si no son los culpables?- preguntaba Zoro cortando todo a su paso

-¿A que se refería con afín? Tengo un mal presentimiento con eso- decía Law mortificado al escuchar que Luffy había dicho eso y al parecer por la discusión era muy difícil de encontrar y por ende no lo dejarían tan fácil

-Eso es problemático pero debemos encontrar la salida pronto- indicaba Sanji mientras veía hacia el frente y llegaron al primer piso, intentaron salir pero era en vano, la puerta estaba sellada y los imposibilitaba de salir, angustiados miraron por todas partes otra forma de salir cuando Sanji de pronto comenzó a sonreír

-Mellorine, Mellorine, que hermosa dama- bailaba en su mismo sitio mientras sus ojos en corazón la miraban fijamente, una hermosa chica de cabello celeste y hermoso vestido les indicaba un camino

-Ustedes, vengan por aquí, les ayudare a salir del castillo- señalaba un camino, Zoro y Law dudaban pero Sanji salió corriendo tras ella

-Maldita sea, cocinero idiota- se quejo Zoro mientras Law también prosiguió a seguirlos, entraron por lo que parecía una pared secreta y siguieron por unos pasillos largos de piedra por debajo del castillo, ella comenzó a decirles

-Disculpen, me llamo Vivi y soy la fantasma del castillo, esos vampiros no son malos pero por lo que vi no pensaban dejarlos salir, no quiero mas fantasmas en este sitio así que decidí ayudarlos a salir- les decía muy tranquila mientras avanzaban

-¿Dices que no son malos? Estaban por morder a nuestro medico y dejarnos en la ruina- decía Zoro muy frustrado y ella le explico

-Ellos no convierten en vampiros a los demás, no mientras no sea luna llena roja, cuando esta esa luna pueden hacerlo y es por eso que cuando ocurre no lo hacen, ellos dependen de la sangre pero no convierten a otros mientras no lo deseen y ellos no lo desean- les explicaba mientras los guiaba

-Entonces en verdad no fueron ellos ¿Entonces quien?- estaba dudando, Sanji apenas logro concentrarse en la conversación, Law estaba pensativo, sus sospechas se habían confirmado con lo que ella explicaba, caminaron por un rato cuando de pronto algo ataco a Law derribándolo ante la preocupación de los otros, se sorprendieron cuando lo vieron, encima, el chico se estaba riendo

-Te encontré, no te dejare ir shishishi- decía Luffy sosteniendo a Law contra el suelo, estaban angustiados mientras Zoro sacaba la espada esperando que el ojos de halcón los atacara, Law rechisto e intento apartarlo pero era muy fuerte a lo que el le dijo

-Tu eres mío Torao- decía con una gran sonrisa.

Afuera en el bosque un aullido anunciaba el despertar de una nueva noche.