Maratatón 2/¿?
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A la mañana siguiente Dave no estaba... Me sorprendí porque eran las ocho de la mañana y él nunca se levantaba temprano los sábados.
Recordé lo que habíamos hecho la noche anterior... ¿Cómo se supone que debo tratarle ahora?
Opté por cambiarme, acomodar mi cabello, tratar de arreglarme un poco.
Él estaba en la cocina con el desayuno ya listo, sólo miraba a un punto fijo. A lo mejor pensaba en lo ocurrido esa noche.- Buen día. - dije tratando de sonar casual.
- Buen día. - sonrió. - preparé el desayuno, supuse que tendrías hambre.
- Gracias. - le devolví la sonrisa.
Me senté en silencio y tomé una de las tostadas que había en un plato.- ¿Dormiste bien?- preguntó.
- Sip. ¿Y tú?
- Bien, por lo menos no me caí de la cama. - Se encogió de hombros y dio una leve risa.
- Con respecto a lo de anoche...
- Puedo comprender que estés arrepentida. - interrumpió él.
- No estoy arrepentida. - aclaré. - es sólo que las cosas entre nosotros cambiarán...
- No tiene porqué hacerlo. - Se paró de su silla y se acercó a mi hasta dejar un beso en mis labios.
- Yo estoy confundida. - dije después de eso. - debería volver a casa y... Pasar un tiempo a solas.
- Creo que es lo correcto. - Susurró él.
Luego de despedirme caminé a casa pensando en todo.
Y pues aún no podía creer lo que habíamos hecho.
Abrí el pequeño portón de menos de un metro y crucé el cuidado jardín de mi madre para llegar a la puerta.
Al entrar papá estaba en la sala leyendo el periódico.
Mamá estaba en la cocina preparando el café para papá.
Solo dije hola a mi padre y me encamine a las escaleras para subir a mi habitación, pues no tenía ganas de hablar con ellos pero mamá me vio y me llamó enseguida.- Oye, por qué veniste tan temprano. - preguntó curiosa.
- Tenía cosas que hacer y buscar información para un informe. - Mentí. Nada raro en mi, ya que era la cerebrito de la clase.
- Te noto diferente... - me observó. - ¿Paso algo con Dave?
Si supieras... - Pensé. - No nada.
- Sonreí para convencerla.- miramos una película y luego comimos pizza.- La pasaron bien entonces...
- Oh, si.
Sin más que decir subí a mi habitación y me recosté en mi cama.
Analicé la situación:Por más que quisiera negarlo estaba loca por Dave, mi mejor amigo y pues ¿Cuál era el problema? Él y yo habíamos estado juntos y... Eso fue más que suficiente para confirmar que él también siente algo por mi.
Así que me arriesgaría y le diría que me encantaría ser algo más que una amiga. Porque estaba segura de que yo no era otra más del montón, tantos años juntos, tantas risas y chistes, él Jamás me haría daño. Así que si... Me le iba a declarar.***
Dejé que pasara el domingo para no parecer una desesperada.
El lunes en la mañana ya estaba con nervios por pensar en cómo formular la oración sin parecer estúpida.
Bajé con una sonrisa en mi rostro. Papá tenía el ceño fruncido mientras hablaba por teléfono.
Mamá me dio un beso en la frente y me sirvió el desayuno.
-¿Con quién discute papá? - pregunté a mamá tomando una trozo de pan con mermelada.
- Aún no lo sé, pero espero que no sea nada serio. -Suspiró. - Apurate o llegarás tarde a la escuela...