Capitulo 4

3 0 0
                                    


Estuve disfrutando a tope con él, por cierto se llama Juan. Lo hicimos en la cama, en el baño, de pie, a cuatro patas... no queríamos parar.
Había tanta pasión. Quería que me la siguiera metiendo hasta el fondo, uf como me ponía.

Me comí su polla, mmm que rica.

Primero empezamos suave, y luego fue sexo duro, me la metía sin parar, probando todas las poses posibles. Me agarraba las tetas y me las chupaba sin parar y eso me encantaba.

Perdí la noción del tiempo, ya no sabía ni qué día ni que hora era.
Luego nos metimos a la ducha y seguimos allí.
Uff... no quería que parara. Por mi pasaría la noche con él, pero eso era demasiado, él solo me contrató para unas horas.

Terminamos, nos vestimos, y me dio el dinero.
Me pagó 120€ por estar unas dos horas.
Que fuerte!! 120€!! Y encima disfrute como una perra, y mi novio esta totalmente de acuerdo, esto es un chollo.

Me dijo que le encanto y que le gustaría repetir cada semana una o dos veces por semana fijas.
Y yo encantada. Cogí el dinero, mi bolso y me fui a casa.

Al llegar a casa nos pusimos a cenar Carlos y yo, y le expliqué todo con un poco de vergüenza, era una siguiente extraña. Me dijo que eso le ponía y que quería saber más detalles.
Me expliqué todo. Le dije que me puso a cuatro patas, que me comió el coño, me chupó las tetas y que disfrute como una perra.

A Carlos se le estaba poniendo durísima, tenia ganas de metérmela, estaba super cachondo, le dije que me explicara como le fue a el con Maria. Y yo al escuchar eso también me puse super caliente, uff, me lo imagino ahí fallándose a otra, besándola, metiendo se la por detrás sin parar, y ella gritando... ufff.

Fuimos rápidamente a la cama super cachondos, follamos, y disfrutamos de nuestra reconciliación.
De los mejores polvos!!

Esa noche estuve chateando con otros hombres, no paraban de llegarme mensajes y solicitudes, todos me la querían meter, uff, yo iba cachonda 24/7.
Solo de imaginarme que todos esos hombres me querían follar, uff, y encima me iban a pagar.
Tuve que comprarme una agenda y empezar a coger citas.

Obviamente solo escogía los que me atraían físicamente, sino nada.

También me mandaban fotos de sus poll*s y eso me ponía más aún.
Tenía el movil petado de fotos de pollas.
Estaba todo el día contestando mensajes, en la pausa del trabajo, al salir, por las mañanas, por las noches, y super cachonda.

Esa tarde quedé con otro, quedamos en su casa. Y vaya casa tiene, con jardín, piscina.
La casa de mis sueños, ojalá algún día podamos comprarnos una casa como esa.

Toqué el timbre y me abrió. Que guapo era, era algo, moreno y esta fuerte.
Pasamos hacia dentro, me sirvió una cerveza, charlamos un rato y allí en el sofá me metió mano. Directamente.
Y eso me puso a mil. Me metió la mano debajo de la falda cortita que llevaba, y por debajo del tanga, y me estuvo tocando. Uff...
Le abrí los pantalones, se los baje, le baje los calzoncillos y empecé a chuparle la polla. Uff que rica estaba.
Parecia una piruleta de fresa.
Él me agarraba la cabeza mientras se la comía, estaba disfrutando, estaba gimiendo de placer.
Le metí mis dedos por su boca, y me los chupaba.

Después me levanté, me quite el tanga y me senté en su regazo con la mini falda y empecé a hacer movimientos, me senté encima de su polla. Estaba super tiesa y gorda.
Por arriba yo llevaba un sujetador negro súper sexy.
Me lo desabrocho con la boca y me empezó a besar la espalda.
Me empezó a meter los dedos en mi vagina, la tenia mojada, mientras me daba besos por el cuello.
Yo me levante, le cogí de la mano y me lo lleve a la habitación, como si esa fuera mi casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Besos de diamantes, un placer irresistible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora