Capítulo 2

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Abrí el WhatsApp de Carlos y vi unas conversaciones que tenía con una mujer, entré rápidamente a mirar antes de que Carlos saliera de la ducha.

Todo eran mensajes con corazones, mensajes de cariño, y subidos de tono, había incluso fotos.
El corazón me iba a mil. No sabia si gritar, llorar o pelearme con él. En las fotos se veía a una señora un poco más mayor que él, rondaría los 40 años. Salian los juntos con poca ropa en una casa aparentemente lujosa, la de ella seguramente.
Ella le mandaba fotos de sus tetas, en ropa interior, desnuda... y él a ella, lo mismo. Incluso le mandó una de su pene.

Que fuerte me parece todo! Estoy alucinando en este momento. Las manos me temblaban, me faltaba la respiración, pero yo seguía mirando que más había.

Él le mandaba mensajes cómo este:
-Cariño, te echo de menos, echo de menos esas tetas...

Es increíble!!

También había fotos juntos de viaje.
Carlos es un asqueroso, un falso, un mentiroso y un guarro!!! Y encima se iba con una vieja que podría ser mi madre, o la suya...

Carlos salió de la ducha, me pilló con su móvil en la mano y al verme su cara cambió por completo.
Le enseñe las fotos y conversaciones;
-¡¡¿¿Se puede saber que mierda es esta??!!
-Mmm.. te lo puedo explicar, no pienses mal...
-¿Que no piense mal? ¿Quién es esta? Eres un cabrón, así te lo digo.
-Verás, como hace unos meses no estábamos bien económicamente decidí buscarme la vida de otra manera. Yo le hago compañía y a cambio ella me paga.

-Si, claro, solo por sentarte a su lado y hacerle compañía, ¿Verdad? Y yo soy gilipollas, no te jode. He visto las conversaciones, las fotos...
Te la estás tirando guarro asqueroso!!!
¿Que eres su prostituto? ¿Desde cuándo me estás engañando?

-Bueno realmente no te estoy engañando, tienes que verlo cómo un trabajo, yo no siento nada por ella.
-Pues bien qué tenías ganas de ver sus tetas y la echabas de menos...
-Pero lo hago sólo por dinero, entiendo que es difícil entenderlo... yo te amo, por eso estoy contigo, sino estaría solo.
-Ya me estás explicando todo ahora mismo.

-Pues eso, decidí trabajar en esto, y conocí a esta mujer, María se llama, cada día voy a su casa 6 horas, y ella me paga muy bien. Tiene mucha pasta.
Es una mujer que se siente sola y le sobra el dinero, y me contrató para hacerle compañía. Ya sabes a que me refiero... en todos los sentidos. Si me la tiro, pero no siento nada.
Si pudieras aceptarlo lo seguiría haciendo durante un tiempo hasta tener una buena cantidad de dinero y luego lo dejaría.

-Carlos, ¿Tú verías bien que yo me acostara con otro por dinero?
-Pues si no hay sentimientos de por medio no me importaría.

-Bueno Carlos mira, me has destrozado, y decepcionado, por ahora necesito tiempo, estoy en shock. Necesito asimilar todo esto.
Me voy un tiempo a casa de mi amiga...
No me escribas ni me llames...

Besos de diamantes, un placer irresistible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora