♠Ω ATRAPADOS EN EL ABISMO Ω♣

Único Capitulo

El murmullo de los estudiantes resonaba en el aire, como un eco constante que reflejaba la inquietud y el desasosiego que la relación de Fyodor y Nikolai provocaba en quienes los rodeaban. Dos hombres atrapados en una danza destructiva, donde cada paso era un recordatorio de su dependencia mutua, pero también de su incapacidad para liberarse del ciclo de dolor que habían creado.

“De verdad esos dos se lastiman mutuamente.”Comentaba uno de los alumnos, mientras observaba a la pareja desde una distancia segura. La expresión en su rostro era una mezcla de tristeza y frustración, como si el mero hecho de ser testigo de esa relación tóxica le pesara en el alma.

“Al parecer comparten solo esa similitud,”respondió otro, mientras sacudía la cabeza, incapaz de entender por qué Nikolai seguía al lado de Fyodor. La toxicidad entre ellos no era un secreto; era un espectáculo que todos veían, pero pocos se atrevían a cuestionar abiertamente.

“Fyodor es el que más daño ha hecho. No entiendo cómo Nikolai sigue con él,”decía un tercer estudiante con incredulidad. Era evidente que la violencia verbal y física que Fyodor infligía a Nikolai no era algo trivial; la cicatriz en el ojo derecho del albino era un testimonio tangible del sufrimiento que había soportado.

La conversación continuó, revelando las dinámicas complejas que se tejían entre ambos.

“Bueno... Él lo ‘ama’ mucho,”dijo uno, con un tono sarcástico.

“No le importa el dolor que le haga; siempre lo perdona.” Esa afirmación resonaba con una verdad inquietante: el amor tóxico puede disfrazarse con gestos de cariño y reconciliación, como los abrazos y besos que Fyodor ofrecía después de cada pelea. Nikolai parecía encontrar consuelo en esos momentos efímeros, como si esos instantes pudieran borrar todo el dolor acumulado.

Sin embargo, la realidad era más oscura.

“Fyodor no solo lo lastima verbalmente; también lo lastima físicamente,”susurró otro estudiante, recordando la cicatriz que marcaba la piel de Nikolai. Esa herida era un símbolo del abuso que había llegado a normalizarse en su vida. La dinámica entre ellos no era simplemente una cuestión de amor; era una trampa emocional donde ambos se sentían atrapados.

Los murmullos se intensificaron cuando se reveló cómo Fyodor hablaba mal a espaldas de Nikolai. “Solo estoy con él por lástima,”decía Fyodor en conversaciones privadas con aquellos estudiantes despreciativos. Su actitud cambiante al hablar del albino mostraba una faceta oscura: mientras mantenía una fachada normal ante otros, sus verdaderos sentimientos emergían cuando estaba rodeado por aquellos que despreciaban a Nikolai.

Atsushi y Dazai observaban todo desde la distancia, sintiendo cómo la preocupación crecía en sus corazones.

—En serio me preocupa mucho Nikolai-kun.— admitió Atsushi con sinceridad mientras miraba a su amigo perdido en esa relación destructiva.

Dazai suspiró pesadamente.

—Te entiendo, pero no podemos hacer nada.—dijo con resignación. Habían intentado abrir los ojos a Fyodor y Nikolai sobre su situación, incluso sugiriendo ayuda profesional, pero ambos habían rechazado cualquier intento de intervención.

La impotencia los envolvía como una sombra.

—No podemos hacer ya nada por ellos... hasta que ellos mismos reconozcan su dolor y busquen ayuda.—Era un ciclo vicioso del cual parecía imposible escapar sin un cambio fundamental en la percepción que ambos tenían sobre su relación.

Mientras los dos amantes se alejaban del patio escolar para evitar ver más escenas desgarradoras entre Fyodor y Nikolai—quienes estaban ocupados besándose como si nada hubiera pasado—la tristeza por lo inevitable se apoderó de ellos. Sabían que sus advertencias caerían en oídos sordos hasta que la realidad golpeara con fuerza suficiente para obligar a la pareja a enfrentar sus demonios.