Los Cinco Chiflados

Capítulo 3

Antes de que el ojiverde pudiese acercarse a Carlos, George lo tomo de la mano y le susurro algo al oído, a lo que Carlos solo asintió con la cabeza y se dejó guiar por el británico.

-Nosotros nos vamos.- George les guiño el ojo y comenzó a caminar junto con Carlos. -Nos vemos en un rato.

-Adios.- alcanzó a gritarles el madrileño.

-Suerte.- Checo agito su mano y volteo a ver a Lance y Yuki, quiénes hicieron el mismo gesto que el mexicano. -Es hora de irnos. Después les mando un mensaje para ver en qué lugar nos vamos a encontrar.

-Pero no tenemos tú número.- Yuki seguía viendo al ojiverde con una mirada de pocos amigos.

-Ah, es verdad, anoten.

Después de intercambiar sus números, cada uno se fue por su lado. Yuki se fue al área de Gastronomía, Lance al área de Arquitectura y Checo comenzó a caminar hacia el área de Ciencias Sociales.

Mientras el pecoso iba caminando, alguien se interpuso en su camino, así que se detuvo abruptamente y volteo a ver a la persona que se encontraba frente a él.

-¿Necesitas algo?.- preguntó, pero nadie le contestó. -Si no necesitas nada, yo me voy.

Iba a seguir su camino, pero una mano detuvo su paso.

-¿Ahora que quieres?.- Checo comenzaba a desesperarse. -Estoy llegando tarde a clase, así que si no quieren un golpe ahí abajo, será mejor que no vuelvas a tocarme.- se safo del agarre y se alejo unos cuantos pasos.

-Sergio, solo quiero hablar.- hablo el ojiverde con la mirada dirigida al suelo.

-Creo que te equivocaste de persona. No soy yo con quién tienes que hablar y eso lo sabes muy bien.

-No me equivoqué, en verdad quiero hablar contigo, es sobre... Carlos.- esta vez hablo decidido el ojiverde.

-Me tengo que ir.- Checo trato de evitarlo.

-¿Es enserio?, vengo en paz Sergio, solo escúchame.- le siguió insistiendo.

-Lo haría, pero te he dicho que voy tarde a clase, creo que después hablamos.

-No, espera...- el ojiverde iba a detener a Checo, cuando una tercera voz lo interrumpió.

-Basta Charles, déjalo así.- ambos voltearon a ver a la persona que los había interrumpido. -Lamento el inconveniente que mi amigo le hizo pasar, puede irse en paz, yo me haré cargo de él.- el rubio le dedico una sonrisa tratando de llevarse a Charles, quién seguía en negación.

Checo se quedó perplejo e hipnotizado con aquella persona a la cual no le quitaba la vista de encima. Sin notarlo al instante, tenía la respiración entrecortada y el pulso acelerado.

Aquel rubio era un deleite visual. Él era belleza pura.

El pecoso seguía viendo al rubio que estaba frente a él, aún forcejeando para llevarse a Charles, pero dejo de hacerlo cuando sintió aquel golpe en su rostro.

-¡Mierda!.- susurró mientras dirigía su vista hacia el café que se encontraba en el suelo.

-Lo siento, no fue mi intención.- volvió a disculparse el rubio. -¡Vez lo que ocasionas!.- volteo a ver a Charles por unos segundos, pero rápidamente dirigió su mirada hacia el pecoso. -En serio disculpame.

-Dejalo así.- se agachó y recogió el vaso para depositarlo a un bote de basura que encontrará en el camino. -Hasta pronto.

Se dio media vuelta y siguió con su camino, ignorando a Charles, quien seguía caminando detrás de él.