Capítulo 26: Después del primero no podré detenerme

170 19 2
                                    

Fue ese miércoles que Ling pisó el McKinley con una sonrisa, transmitiendosela a Orm y observandola por más tiempo del permitido que supo si volvía a actuar así todo podía terminar más rápido de lo que comenzó. Solo rozó la entrada del baño cuando alguien de un fuerte empujón la ingresó en el interior y la condujo con velocidad al extremo del lavabo: Orm la sujetó firmemente por la cintura y en un segundo la besó con imperiosa necesidad, misma que utilizó ella para apretar la cerámica y no caer de lleno al piso.

- Orm- murmuró intentando controlar la situación sosteniendo a la rubia por el cuello- Orm, aquí…

- Aquí no hay nadie, tranquila- aseguró la rubia volviendo a unir sus labios con desesperacion. Solo habían pasado cuarenta y ocho horas desde la última vez que la habia visto y sentía como si hubiese sido el doble. Además que ni siquiera habia podido besarla aquel lunes por la estupida interrupción de Fourth-

- No es…no es eso, es…-pero Orm la besaba de manera tan insaciable que no le daba tiempo a respirar ni cordinar una oración. De un momento a otro, la rubia finalmente se alejó y ella sintió una fuerte punzada cuando la vió limpiarse desconsideradamente los labios-

- ¿Qué acabas de…- pero la respuesta llegó por sí sola cuando Orm se cruzó de brazos, se recostó contra la pared y le señaló con los ojos la entrada. Dos chicas con el equipo de porristas ingresaban hablando animadamente, solo se miraron en el espejo por escasos segundos retocando su peinado y abandonaron el lugar casi en silencio. Su sonrisa volvió a brillar con la pícara sonrisa de Orm mientras se regresaba peligrosamente frente a ella.

Por los siguientes minutos, dejó que los besos de Orm hicieran con ella lo que quisieran. Al fin y al cabo, cuando cruzas la meta, no tienes por qué regresar.

----------------------------------------------------------------------------

- ¿Un 5, señorita Kwong? Debe estar bromeando- Ling alzó la cabeza cuando una de sus alumnas estiraba una hoja en su direccion. Suspiró y la recibió solo para escanearla velozmente-

- Es la nota que merecías, Engfa- aseguró devolviendo el trabajo que había retirado apenas inició la clase-

- ¿Y qué demonios hice mal?...¡Solo debía escribir una historia!

- Misma que cuenta con cientos de errores ortográficos. Y eso era lo que evaluaba. Practica más y no será a mí a quién reclames.

- ¿Sabe usted, acaso, quién es mi padre?- Lingling echó la cabeza atrás cuando sintió el aliento de la chica cruzando su escritorio furiosamente. El tono de voz y los brazos de Engfa sobre el mueble impusieron dominio y al parecer ella debía responder con miedo. Sin embargo no lo hizo-

- No, sinceramente no lo sé y mi trabajo no es averiguarlo. Me pagan para enseñarte a ti. Como al resto de tus compañeros. Ahora, la clase terminó y si…- parecía que ese era el día de quedarse con la palabra en la boca. Engfa dio media vuelta y, arrojando el examen en la puerta, desapareció de su vista como un torbellino cargado de ira.

- ¿Puedo?- la molestia que se había radicado fugazmente en ella se esfumó al ver a Orm golpeando sigilosamente la puerta. Asintió con nervios mientras fingía leer unos papeles. Apretó los ojos al escuchar la puerta cerrarse- ¿Todo bien con Engfa? La ví irse algo rara

- Reclamaba una nota, nada más… ¿Necesitas algo?

- ¿Puedo reclamar algo también?

- ¿Tú? Aún no te he evaluado como corresponde

- Eres tan linda, Lingling- dijo Orm girando la silla y arrodillandose frente a la pelinegra- Mis reclamos van más allá de una tonta nota de exámen

- ¿Por qué cerraste la puerta?- murmuró Ling conociendo las consecuencias que eso podría traer. Consecuencias que podian aumentar si alguien entraba y las observaba de esa manera- Si Phillips viene…

Lenguaje del amor - Lingorm Donde viven las historias. Descúbrelo ahora