Un nuevo día había llegado a la ciudad de Tomoeda, y el sol brillaba intensamente, reflejando la alegría que inundaba el corazón de Sakura. Aquella mañana, para sorpresa de su hermano Toya, Sakura se había levantado más temprano de lo habitual. Después de un día lleno de emociones, Sakura decidió que era el momento perfecto para contarles a su familia la gran noticia de su beca.
Sentada a la mesa, acompañada por su padre y su hermano, Sakura saboreaba los últimos bocados de su desayuno. Su mente estaba ocupada, ensayando cómo dar la noticia. Cuando terminó, respiró hondo, tragó saliva y se aclaró la garganta antes de hablar.
—Papá, Toya... —comenzó, con una mezcla de emoción y nerviosismo—. ¡Me han dado una beca para estudiar en la universidad de mis sueños en el extranjero!
Fujitaka, su padre, dejó de leer el periódico y levantó la vista, visiblemente sorprendido. Después de un segundo de silencio, su rostro se iluminó con una gran sonrisa.
—¡Sakura, eso es maravilloso! —exclamó, acercándose para abrazarla—. Sabía que lo lograrías, siempre has trabajado muy duro para alcanzar tus sueños.
Con los ojos brillantes, Fujitaka miró la foto de su difunta esposa, Nadeshiko, que colgaba en la pared. En su corazón, agradeció a Nadeshiko por cuidar de su hija desde dondequiera que estuviera.
Toya, por su parte, se mantuvo en silencio, con una expresión seria en el rostro. Aunque siempre había sido protector con Sakura, en ese momento sentía una mezcla de orgullo y preocupación. Para él, Sakura seguía siendo su "pequeño monstruo", esa niña a la que había cargado en el hospital cuando nació.
—No estoy seguro de que esto sea una buena idea... —murmuró Toya, cruzando los brazos—. Es muy joven para irse tan lejos.
—Toya —intervino Fujitaka, con una voz calmada pero firme—, Sakura tiene sueños que cumplir. No podemos estancarla. Esta es una oportunidad que no se puede perder.
Toya suspiró, sabiendo que su padre tenía razón. Aunque le costaba aceptar que su pequeña hermana estaba creciendo, no podía negarle la oportunidad de seguir adelante con sus aspiraciones. Resignado, asintió con la cabeza.
—Está bien... pero más vale que tengas cuidado —dijo Toya, dirigiéndole a Sakura una mirada seria, pero cargada de cariño.
Sakura sonrió ampliamente y, emocionada por el apoyo de su familia, continuó.
—Ah, por cierto, Eriol me ofreció quedarme en su casa mientras estoy en el extranjero. ¿Qué opinan?
Toya y Fujitaka intercambiaron una mirada rápida, pero no tardaron en asentir. Sabían que durante la temporada en que Shaoran se había marchado a Hong Kong, Eriol había pasado mucho tiempo con Sakura, ayudándola a no sentirse sola. Ya lo conocían y confiaban en él.
—Eriol es una buena opción —dijo Fujitaka, con una sonrisa tranquila—. Sabemos que estarás en buenas manos.
Toya también estuvo de acuerdo, aunque sin expresar en voz alta lo que realmente pensaba sobre Shaoran, quien para él no era más que alguien que había hecho llorar a Sakura demasiadas veces. Por suerte, parecía que su hermana finalmente había dejado atrás ese amor.
Con una emoción renovada, Sakura subió rápidamente a su habitación para contarle a Eriol la buena noticia. Al abrir la puerta, se encontró con una escena inesperada pero divertida: Kero estaba en medio de una videollamada con Spinel Sun, ambos jugando un videojuego en línea. De fondo, se podía ver a Eriol, quien leía un libro tranquilamente.
La imagen le pareció tierna y pacífica a Sakura, quien no pudo evitar sonreír. Hablando en voz alta, saludó a Spinel.
—¡Hola, Spinel! —dijo, riendo al ver cómo se distraía del juego para saludarla de vuelta.
Eriol levantó la vista al escuchar la voz de Sakura y, como siempre, la recibió con una cálida sonrisa.
—Sakura, qué agradable verte —dijo, haciéndole una señal para indicarle que la llamaría en un momento.
Sakura asintió varias veces, causando que Eriol esbozara una sonrisa más amplia. Siempre había sentido algo especial por ella, algo que iba mucho más allá de su reencarnación como Clow. A lo largo de los años, su admiración por Sakura había crecido, y aunque no podía explicar el porqué, estaba seguro de que siempre habría un lazo entre ambos, mucho antes de que él renaciera.
Finalmente, Eriol la llamó, y la conversación fluyó de manera natural y alegre. Sakura le contó que su padre y Toya estaban de acuerdo con que se quedara en su mansión, lo que alivió a Eriol y le permitió empezar a organizar los detalles del viaje.
—Estoy muy emocionada, Eriol. Será la primera vez que viaje tan lejos y por tanto tiempo —dijo Sakura, sus ojos brillando de ilusión y nervios.
—No te preocupes, Sakura. Todo saldrá bien. Haré todo lo posible para que te sientas cómoda y como en casa —respondió Eriol, con esa serenidad que siempre la calmaba.
La mañana transcurrió entre planes y preparativos, y así, mientras el sol seguía su recorrido por el cielo, Sakura sentía que estaba dando los primeros pasos hacia una nueva etapa de su vida. Nuevas experiencias la esperaban, y aunque el camino era incierto, el apoyo de su familia y amigos hacía que todo pareciera un poco más sencillo.
ESTÁS LEYENDO
Nuevas aventuras (EriolxSakural)
FanficEstá historia la estoy escribiendo porque hay pocos fanfics de esta pareja y me encanta, literalmente solo he encontrado uno solo con una historia decente (es mi fav) en Wattpad español. so, nada mas que agregar. (creditos de las imágenes utilizadas...