"𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑔𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑎𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒́𝑡𝑒𝑚𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 ℎ𝑎𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟...".
Después de aquella confesión y de bailar bajo la luz de la luna roja, Melodie y Janet comenzaron una relación en secreto. El amo...
Janet se encontraba un poco tensa. Después de la cita que tuvieron esperaba que no tocaran más el tema, pero su novia parecía todavía incómoda por Fang:
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Quería hacerla sentir segura, que supiera que solo la quería a ella. Se quedó un momento pensando... Era una idea que había estado contemplando, pero no sabía cómo llevarla a cabo. Finalmente le escribió:
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Lo cierto es que le tenía una sorpresa planeada. Solo le quedaba esperar al siguiente fin de semana.
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Había llegado un poco antes de lo acordado, queriendo que no hubiera ningún inconveniente. Finalmente, su novia se hizo presente... Lucía tan increíble y bella como de costumbre (solo por ese día, Janet le pidió que fuera con su ropa usual. Melodie no lo entendía del todo pero acabó haciéndole caso, usando su atuendo típico con una elegante gabardina negra encima).
-¡Melodie! -la saludó afectuosamente con un abrazo. La coreana le correspondió, sintiendo un revoloteo en su estómago. Su novia era tan pequeña que cuando la abrazaba le llegaba hasta el cuello y eso le daba ternura.
Le asqueaba mucho el contacto físico... Con otras personas. Janet hasta ese momento era la única que le daba mucho gusto que la abrazara, y aunque a veces se abrumaba un poco, igual le gustaba bastante.
-¿Qué tal? ¿Nos vamos entonces, preciosa? -dijo con una sonrisa cariñosa.
-Uhm... En un momento -respondió la peli-azul, poniéndose un poco nerviosa. Melodie alzó una ceja.
-¿Por qué-
-¡Que sí, hombre, ya te pedí perdón por perderte la baqueta!
-Solo te estoy recordando que me tienes que comprar un par nuevo...
-No discutan de eso ahora...
Los chicos venían hablando en el camino, demasiado distraídos, hasta que no estuvieron frente a las chicas. Los tres se callaron, y Melodie y ellos se miraron mutuamente.