I'd Let The World Burn-TBS fanfic

{Entre el Amor y el Odio}

Ella terminó de calentar la comida, lo puso en la barra, le dio su café y se sentó en el taburete a su lado. Comieron en un silencio incomodo, o al menos fue incomodo para ella, para él no tanto.

-Niña... ¿Y el baño? ¿A dónde? -

-Eres un maleducado-Respondió sin levantar la mirada de su teléfono.

- ¿Me vas a decir o me meo acá en frente tuyo? -Ella rodó los ojos y le hizo señas para que la siguiera.

Luego de indicarle donde estaba el baño comenzó a limpiar la mesa y lavar los platos, tarareando una melodía y de espaldas a la puerta del pasillo.

Él volvió, y la vio en el conjunto de pijama lila que tenía desde que llegó, pero ahora le presto más atención. Era ancho, pero ella se lo ajusto a su cintura que era hermosa, delicada, y sus muslos, el short era lo suficientemente corto y me permitía ver, eran de tamaño perfecto. Me acerque desde atrás y le abrace la cadera, trate de darle un beso entre el hombro y la clavícula, donde tenía descubierto, pero ella me empujo y me golpee la espalda baja contra la barra.

- ¿Qué carajo te pasa Alexis? ¿Quién mierda te dio permiso a tocarme así? ¿Estas enfermo? Solo fui educada dándote un espacio en mi casa...-

-Oh vamos nena...sabes que quieres...tu cuerpo me lo dice...y esta siendo más claro que el agua...-

-Bueno entonces lo entendiste mal, eres un idiota, vete de mi casa Alexis-Pasó junto a él para abrirle la puerta y echarlo, pero él se interpuso, la acorralo contra un mueble, su gran figura se cernía sobre ella, pero ella no cedió.

-Muévete Alexis, te vas de mi casa-

- ¿Y que si no quiero? -

-Me la chupa, te vas-

-Con gusto...-

-Entonces vete, ahí está la puerta-

-Me refería a la primera opción-

-Sos un pajero, un estúpido-

-Ya te dije Nat, tu quieres esto...yo también, entonces que pasé nena, ¿Qué nos lo impide?

-Yo lo impido, porque yo no quiero-Aunque ella sabía y notaba en su propia voz que su inconsciente la estaba traicionando, estaba cediendo, cediendo a él, a sus pedidos, a sus deseos, a todo lo que tuviera que ver con él.

- ¿Ah sí? -Su voz se agravó, estaba más ronca y su mano derecha me agarro la cintura. Miré sus ojos, sus ojos oscuros, para mi eran un portal, no sé a dónde, pero eso eran. Mi mirada bajo a sus labios y separé los míos, dándole permiso, él se inclinó, me iba a besar, pero sentí olor a humo y giré la cabeza.

- ¿Estuviste fumando? -

-Si, lo siento, pero no importa mucho nena ¿verdad? -Él tenía razón, volví a separar los labios, pero...