NEGACIÓN

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Al día siguiente, Logan se despertó con una sensación extraña en su pecho. Notó una ligera humedad en su camiseta, y al bajar la mirada, vio a Wade con la cara hundida en su torso. Un hilo de baba colgaba perezosamente de su boca, manchando la camiseta de Logan mientras lo abrazaba con fuerza y con medio cuerpo montado encima de él.

Logan suspiró. Su primer impulso fue gruñir y quitárselo de encima de un empujón, pero algo lo detuvo.
No es que no pudiera hacerlo físicamente, pero Wade estaba tan profundamente dormido que interrumpirlo parecía innecesario.

"No es porque quiera que descanse" se dijo a sí mismo, intentando autoconvencerse "sino porque cuando duerme es un poco menos insoportable que cuando está despierto"

Permaneció en silencio varios minutos, con la mirada perdida hacia el techo de la habitación y soportando la sensación de ser babeado por la persona más tediosa y cargante que conocía.


Cuando vio que su camiseta estaba demasiado mojada como para ignorar el rechazo que le producía, colocó una mano en el hombro de Wade y empujó, apartándolo de él. El hilo de babas se estiró hasta que la física ordenó que debía romperse, y dejó una fina línea sobre la camiseta, vestigio de aquella noche de profundo descanso.

Oyó cómo Wade balbuceaba, con tono molesto, y tanteó sonámbulo en busca de su pecho para volver a aferrarse con fuerza, apoyando la mejilla contra la zona mojada.

—No me jodas —se hartó Logan, perdiendo la paciencia—. No te hagas el dormido.

Lo empujó de nuevo, esta vez más fuerte. Wade rodó a un lado y, debido a la fuerza empleada contra él, se precipitó contra el suelo.
Este vibró con el golpe, cuyo sonido se propagó por todo el diminuto apartamento.

—¡¿Os pongo una cuna?! —preguntó la voz de Al, proveniente del comedor.


Wade, cuya cabeza acababa de impactar contra el suelo, despertó de golpe. Asustado, miró a todas partes, hasta que recordó que había dormido con Logan esa noche.
El otro, sin inmutarse, agarró su cajetilla de tabaco y se puso uno entre los labios antes de encenderlo y darle una enorme calada.

—¡Zarpitas! —exclamó Wade, levantándose del suelo—. ¿Has sido tú?
—No sé de qué me hablas—replicó este, sujetando con dos dedos el cigarro, la otra mano debajo de su nuca, y mirándolo distraídamente.

—Eres un chucho malo —lo calificó mientras recogía sus pantalones del suelo—. Hay otras formas más fáciles de despertarme, como... ¿Un beso?

Logan le lanzó a Wade una mirada cargada de impaciencia, sacando otra larga bocanada de su cigarro mientras lo observaba recoger sus pantalones.

—No te hagas el tonto, Wade. Sé que estabas despierto. No querías despegarte de mí.

Este se detuvo un momento, fingiendo sorpresa exagerada, con la mano en el pecho como si lo hubieran acusado de un crimen atroz.

—¡¿Yo?! ¡¿No querer despegarme de ti?! Por favor, Zarpitas, estaba completamente dormido. No tengo ni idea de lo que dices —Se subió los pantalones y los ajustó, con un exagerado movimiento de cadera—. De hecho, ni recuerdo cómo terminé en tu pecho. Quizás fue... el destino —Le guiñó un ojo.

Logan apretó los dientes, que mordieron levemente el cigarrillo que sostenían, humeante como su carácter, y observó a Wade con una mezcla de hastío y exasperación.

—Lo que sí vas a recordar —gruñó entonces—es que no vamos a volver a dormir juntos. Ni de coña quiero que me vuelvas a empapar la camiseta con tus sucias babas.

Wade hizo una mueca dramática, llevándose las manos a la cabeza en una falsa muestra de horror.

—¿Qué? ¿Nunca más? —preguntó, sus ojos brillando con una chispa de diversión—. Sabes que es baba de admiración, ¿verdad? ¡Y podrías vender camisetas sudadas de Wolverine y baboseadas por Deadpool! Triunfarían en la Comic Con.

ERES LUZ EN MI OSCURIDAD (Poolverine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora