♡⃕sentimientos quebrados.

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დ Temática: JJK au.

დ Resumen: Satoru está enamorado de la hermana de su mejor amigo, pero al tratar de alejar aquella idea de Suguru, termina generando un malentendido que le costará el volver a acercarse a su querida y tierna Geto.

დ Resumen: Satoru está enamorado de la hermana de su mejor amigo, pero al tratar de alejar aquella idea de Suguru, termina generando un malentendido que le costará el volver a acercarse a su querida y tierna Geto

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Era un día común en la escuela Jujutsu, pero para Satoru Gojo, cada vez que veía a [T/N] Geto en los pasillos o en el campo de entrenamiento, sentía algo diferente. La hermana menor de Suguru era carismática y fuerte, con esa determinación que Satoru encontraba fascinante. Claro, no podía decírselo a nadie, y mucho menos a Suguru, su mejor amigo, quien parecía estar especialmente vigilante cuando se trataba de su hermana.

Gojo, en su típica actitud despreocupada y juguetona, intentaba acercarse a [T/N] sin levantar sospechas, lanzándole bromas y buscando cualquier excusa para hablarle. Pero Suguru, que conocía a su amigo mejor que nadie, ya se había dado cuenta de las miradas y los intentos de Satoru por llamar la atención de su hermana.

Una tarde, Suguru lo confrontó. Mientras ambos caminaban solos de regreso al dormitorio, Suguru rompió el silencio.

—Satoru, ¿tienes algo que decirme? —preguntó Suguru con un tono serio y la mirada fija en su amigo.

Gojo se rió, tratando de suavizar la tensión con su típico humor despreocupado.

—¿Qué dices, Suguru? Sabes que yo solo pienso en ser el más fuerte, nada más —dijo, forzando una sonrisa que rápidamente perdió fuerza al ver la expresión de Suguru.

Suguru lo miró con una mezcla de desconfianza y molestia.

—Vamos, Satoru. Te conozco demasiado bien como para no darme cuenta. Mis instintos me dicen que te interesa mi hermana. Y no me hace gracia. [T/N] merece alguien que la trate bien, alguien... diferente a ti.

Satoru frunció el ceño, ocultando cualquier atisbo de incomodidad. No quería admitirlo, así que decidió negarlo.

—Estás loco, Suguru. No siento nada por ella, solo es tu hermana, eso es todo —insistió con vehemencia, aunque él mismo sabía que no era verdad.

Suguru lo miró un momento más antes de suspirar y apartarse, aún desconfiado pero dispuesto a darle el beneficio de la duda. Sin embargo, el malestar en el pecho de Gojo aumentó. 

Sabía que había algo en [T/N] que lo atraía, pero también sabía que su amigo nunca lo aprobaría.

Pasaron los días y Satoru siguió observando a [T/N] en secreto, buscando excusas para estar cerca. [T/N], por su parte, no era indiferente; también sentía algo por Gojo, aunque intentaba disimularlo y no mostrarlo delante de Suguru. 

Su corazón latía con fuerza cada vez que él la miraba, pero nunca se atrevía a admitir lo que sentía.

Su corazón latía con fuerza cada vez que él la miraba, pero nunca se atrevía a admitir lo que sentía

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Un día, mientras caminaba con Shoko, vio a lo lejos a Satoru en el patio hablando con Mei Mei. Al principio, no le dio importancia, hasta que vio cómo Mei Mei se acercó y Satoru, en un momento de descuido, le correspondió con un beso fugaz. El corazón de [T/N] se detuvo. La sorpresa la dejó paralizada, y por un momento, deseó no haber mirado. Shoko, que iba junto a ella, notó el cambio en su rostro y se quedó en silencio, dándose cuenta de lo que había sucedido.

[T/N] sintió que su corazón se rompía en mil pedazos y trató de apartar la vista, pero Satoru ya la había visto. Los ojos de [T/N] se llenaron de dolor, y Gojo, dándose cuenta del malentendido, apartó rápidamente a Mei Mei, sintiendo una culpa intensa que no solía experimentar. Fue tras ella, desesperado por explicarle, pero antes de que pudiera alcanzarla, Suguru apareció frente a él con una expresión sombría y peligrosa.

—¿Qué demonios crees que estás haciendo, Satoru? —gruñó Suguru, enfrentándolo con ira.

—Suguru, déjame explicarlo. Esto no es lo que parece —intentó decir Satoru, sabiendo que tenía que hablar con [T/N] cuanto antes, pero Suguru no le dio oportunidad de seguir.

—¿Ah, sí? ¿Qué excusa tienes esta vez? ¿Te divierte jugar con los sentimientos de mi hermana?

Gojo trató de calmarse, pero el tono de Suguru no hacía más que intensificar su culpa. Sabía que había cometido un error al besar a Mei Mei, pero jamás había querido lastimar a [T/N].

—Yo... No es lo que parece, Suguru. Yo nunca quise hacerle daño a [T/N] —respondió Satoru, bajando el tono, pero manteniendo firme su mirada.

Suguru, sin embargo, no estaba dispuesto a escuchar. Con un movimiento rápido, lanzó un golpe que Gojo apenas pudo bloquear. La tensión entre los dos mejores amigos alcanzó un punto crítico. Gojo, aunque sabía que tenía la fuerza para defenderse y ganar, no quería luchar contra Suguru.

—Suguru, basta. Estoy arrepentido, lo sé, cometí un error. Solo déjame explicarle a [T/N] —pidió Gojo con un tono de sinceridad que rara vez mostraba.

Pero Suguru, en su ira y dolor, no quería escuchar nada. Siguieron intercambiando golpes hasta que, finalmente, Gojo se detuvo, cansado de pelear con su mejor amigo.

Mientras tanto, [T/N] se había refugiado en una esquina del patio junto a Shoko, tratando de mantener la compostura. Shoko, en silencio, la abrazó, brindándole el apoyo que necesitaba.

—No lo entiendo, Shoko. Pensé que él... que tal vez yo... —[T/N] intentó decir entre sollozos.

—Lo sé, [T/N]. Sé lo mucho que te importa. Tal vez él no se dio cuenta de lo que estaba haciendo —murmuró Shoko con voz suave, acariciándole el cabello.

Satoru, después de su enfrentamiento con Suguru, buscó a [T/N] desesperadamente, con el corazón pesado por el arrepentimiento. Al encontrarla con Shoko, sintió un nudo en la garganta. Vio la tristeza en su rostro y supo que la había lastimado profundamente.

—[T/N]... —susurró, dando un paso hacia ella.

Shoko lo miró con frialdad, indicándole con la mirada que no se acercara más.

—No, Satoru. Déjala en paz —dijo Shoko, protegiendo a su amiga.

[T/N] levantó la vista y sus ojos se encontraron con los de Gojo. La tristeza y decepción en su expresión le dolieron más que cualquier golpe. A pesar de querer acercarse, de pedirle perdón, de explicarle lo que había sucedido, Satoru sintió que nada de lo que dijera sería suficiente para reparar el daño.

—Lo siento... —susurró, pero sabía que esas palabras no serían suficientes.

Satoru se alejó lentamente, con el peso del remordimiento y la culpa sobre sus hombros. Sabía que había perdido algo valioso, y mientras veía a [T/N] llorar en los brazos de Shoko, entendió que su error tal vez le había costado lo único que realmente le importaba.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐒𝐀𝐓𝐎𝐑𝐔 𝐆𝐎𝐉𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora