დ Contexto: Satoru protege a su exnovia de los demás chicos porque está celoso y los aleja porque aún tiene esperanza de volver a la relación.
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Desde el momento en que [T/N] y Satoru se dieron un tiempo, la dinámica del instituto cambió drásticamente. [T/N] se convirtió en el centro de atención de todos los chicos. No era solo por su belleza, sino por el hecho de que había sido la novia del temido y popular Gojo. Pero había un problema: ninguno de los chicos lograba acercarse a ella.
No importaba lo que intentaran, siempre había algo que los detenía. Algunos sentían que sus pies se quedaban pegados al suelo antes de poder alcanzarla, otros experimentaban una presión inexplicable que les hacía retroceder, y muchos simplemente desistían antes de siquiera intentarlo. Todos creían que era mala suerte, pero la verdad era mucho más siniestra.
—¿No te das cuenta? —Le preguntó Geto un día mientras la acompañaba por el patio del instituto. —Es Satoru. Está usando su dominio para asegurarse de que nadie te toque.
[T/N] frunció el ceño. —¿Cómo que está usando su técnica? Eso es ridículo. ¿Por qué haría algo así?
Geto rió entre dientes. —Porque sigue completamente enamorado de ti como desde el primer día. No quiere que nadie más se acerque. No admite su derrota tan fácilmente, vamos, es Satoru.
Su amiga castaña, quien también escuchaba la conversación, añadió con un tono burlón: —Y te aseguro que no solo es eso. Satoru no es del tipo que se queda solo mirando, estaba claro que iba a actuar.
Realmente ella no podía creerlo. Decidida a aclarar las cosas, comenzó a investigar qué más podría estar haciendo Gojo. Y pronto escuchó los rumores que se cuchicheaban en los pasillos detrás de sus espaldas, sobre cómo algunos chicos que habían intentado acercarse a ella habían sido llevados detrás del edificio del instituto para "una pequeña charla".
Una tarde, mientras [T/N] volvía a clases a sus clases luego de la hora de almuerzo, decidió seguir a un grupo de chicos que claramente iban asustados hacia su destino. No le costó adivinar la razón ya que cuando la vieron se pusieron pálidos y aligeraron el paso para tratar de evitar hablar con ella. Los vio dirigirse hacia la parte trasera de la escuela, donde esperaban Gojo y Geto.
Satoru, con su habitual aire despreocupado, estaba apoyado contra la pared con los brazos cruzados y una sonrisa que no prometía nada bueno junto con aquellos brillantes ojos azules que en aquel momento destellaban sin igual.
—¿Así que... intentabas invitar a [T/N] a salir? —preguntó Gojo sin perder su tono relajado al chico que se encontraba en el medio del grupo; a quien vagamente recordaba por haberle pedido una dirección de una cafetería cerca de la estación.— Qué valiente de tu parte, déjame decirte. No es algo que muchos se atreverían a hacer, considerando que sigue siendo mi chica.