El sol apenas comenzaba a elevarse en el horizonte, pintando el cielo de Xadia con tonos dorados y rosas. Las montañas se veían majestuosas a lo lejos, sus cumbres nevadas brillando con la luz del nuevo día. A la orilla de un tranquilo lago cristalino, Rayla y Callum se encontraban sentados en una gran roca, disfrutando del silencio que compartía.
Callum había estado practicando con su bastón de mago, invocando pequeñas ráfagas de viento que hacían danzar las hojas a su alrededor. Rayla lo observaba de reojo, con una sonrisa apenas perceptible en su rostro. Aunque su relación había tenido altibajos, en momentos como este, cuando no había amenazas inminentes o peligros acechando, podía relajarse y disfrutar de la compañía mutua.
—Sabes, he estado pensando... —dijo Callum, rompiendo el silencio, su voz suave pero curiosa.
—Uh, ¿en qué? —preguntó Rayla, arqueando una ceja, aunque sabía que Callum a menudo tenía pensamientos profundos cuando menos lo esperaba.
—En cómo hemos llegado hasta aquí. —Callum dejó que su mirada vagara por el paisaje—. Si me hubieras dicho hace unos meses que estaría sentado junto a una elfa de la luna, en plena Xadia, después de haber visto tantas cosas... Bueno, no lo habría creído.
Rayla excitando, apoyando la barbilla en sus manos mientras lo miraba.
—Sí, ha sido un viaje un poco loco, ¿eh?
Ambos rieron suavemente, registrando las aventuras y desafíos que habían superado juntos. Pero en medio de esa risa, Callum se puso serio.
—Rayla... —comenzó, sus ojos verdes brillando con la luz del amanecer—, quiero que sepas algo. Sin ti, no habría llegado hasta aquí. Has sido mi fuerza en más ocasiones de las que puedo contar. Y... —titubeó un poco, como si buscara las palabras correctas—, queríate por eso.
Rayla lo miró con intensidad, sin decir una palabra por un momento. Su corazón se aceleraba, pero trataba de mantener la calma.
—Callum... —dijo suavemente, acercándose un poco más a él—, tú también has sido mi fuerza. Eres... —desvió la mirada un segundo, nerviosa—, eres importante para mí. Más de lo que pensé que alguien podría ser.
Los dos se miraron en silencio por un instante, y en ese pequeño espacio de tiempo, las palabras parecieron sobrar. Callum, con el corazón latiendo rápidamente, extendió su mano hacia Rayla. Ella la tomó, y sus dedos se entrelazaron suavemente.
El sol seguía subiendo, iluminando sus rostros. Era un nuevo día, y aunque sabían que el futuro traería más desafíos, en ese momento solo existían ellos dos, juntos, bajo el cielo de Xadia.
Rayla excitante, una sonrisa sincera y luminosa.
—Lo que venga, lo enfrentaremos juntos —dijo ella con determinación.
—Juntos —repitió Callum, con una sonrisa igual de radiante.
Y así, con las manos entrelazadas y el sol bañándolos en su luz, se quedaron allí, disfrutando del primer amanecer de muchos que vendrían.
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Rayllum-ChatGpt
FanfictionHistorias echas por chat gpt completamente, son cortas sin sentido bonitas, y no tardan tiempo