Pertenencia disonante

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Desde su posición hasta la otra estructura rocosa se extendía un vacío imponente: un precipicio en el que, de caer, acabarías sumergido en el mar, rodeado de calamares que serpenteaban bajo la superficie. Al conejo de todas formas no le interesaba saltar; le habían encomendado permanecer en su posición, observando directo hacia abajo y esperando, listo para dar la señal si el agua comenzaba a teñirse de rojo o si otra oleada de aquellas criaturas aparecía.

Más abajo, sus compañeros emergían cada tanto desde el agua, jadeantes y empapados, subiendo a la orilla para descansar antes de lanzarse de nuevo a la tarea.

Conter, apartado, estaba sentado sobre una roca alta que sobresalía del paisaje húmedo y oscuro. La dungeon lo envolvía en una penumbra que apenas era interrumpida por el  brillo de algunas piedras a lo lejos. Las algas y la vegetación le daban ese toque perfecto de humedad, y olor.

El fondo del agua parecía como si estuviera estancada, haciendo parecer que el mar mismo guardaba un peligroso secreto. Pareciendo más un espejo del abismo que una simple masa de agua. Aun así, Conter se sentía relajado, ajeno a la hostilidad sutil del lugar.

Miraba a su alrededor con una mirada impasible: tenía las escamas necesarias, e incluso como para Spreen. Su semblante se mantenía fija en el horizonte, dejando que ese momento de calma fuera suyo, antes de que el ambiente le recordara por qué estaba allí realmente. Porque claro, pese a que la situación se sentía cotidiana, realmente no lo era. En el fondo, Conter exploraba tan detalladamente el ambiente, para ayudarse a si mismo a salirse de sus verdaderos conflictos.

Al lado del conejo, llego la nutria IA, como para retomar la conversación que habían dejado pendiente al comienzo del día. Esta se acercaba tranquilamente, mientras el conejo seguía contemplando el vasto fondo del mar.

—Hola Conterstine.—

La presencia de Peele no alteró mucho a Conter, quien apenas giró la cabeza para mirarla. La nutria escaneó su rostro en un instante, percibiendo cada detalle de su expresión y de las marcas en su piel. Curiosa, preguntó—¿Por qué estas black and blue?—

Conter frunció el ceño, sin entender del todo.—¿Ah?—musitó, algo desconcertado. Sin embargo, aunque las frases en inglés de Peele a veces lo confundían, comprendió a qué se refería. Al tocarse la mejilla, sintió el ardor en su piel lastimada.

—Tu cara está morada, ¿pasó algo?—El conejo recordó el momento en que, al pasar por los pasillos blanquecinos antes de llegar, había visto su reflejo en un vidrio que estaba cerca a los pilares. De reojo notó que la parte izquierda de su rostro estaba algo marcada con hematomas. No había podido distinguir gran parte de su ojo tampoco, ni siquiera los contornos de su mejilla; solo un amasijo de contusiones. Pero más que preocuparle su apariencia, le abrumaba lo violento que se había vuelto todo.

Conter no dijo nada, volvió a mirar al punto fijo en el que se había concentrado anteriormente. Sabía que las cosas eran así ahora, tensionadas, lo cual, aunque quisiera mantener su orgullo como tal oso, probablemente no lo haría. Se sentía culpable y ansioso.

Con anterioridad, estos híbridos se pegaban o "jugaban" causándose varios moretones y heridas. Sin embargo, la risa de oreja a oreja era bien presenciada después de esas peleas. Pero ese ya no era el caso; el rostro del conejo tenía el ardor de la contienda, y bueno, por supuesto que Peele pudo inferir algo.—¿Qué pasó con Spreen?—

El conejo, sin sorprenderse, contestó: —Terminamos peleando por una tontería, pero se sentía serio.—Giró la cabeza hacia Peele, y el silencio de ella le hizo comprender que su respuesta no había sido suficiente. La nutria lo observaba con esa expresión que exigía más explicaciones, como si quisiera desentrañar el conflicto completo. Pero a Conter le daba vergüenza admitirlo, en parte porque ni él mismo entendía bien qué había pasado.

𝙸𝚛𝚛𝚎𝚜𝚙𝚘𝚗𝚜𝚊𝚋𝚕𝚎𝚜『 Spreenter 』✰  Dedsafio 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora