Duncan Hanma,alfa de rango alto,hijo del lider anterior de una de las mafias más peligrosas,luchador experto en varias artes marciales,uno de los peleadores más fuertes y veloces de Japón,siendo el más veloz de Japón desde que tenía 17 años,ganándos...
Duncan volvió a despertar en la misma habitación de hospital.
Para después alzar su mano,pero algo se lo impedía,al mirar,notó que estaba esposado a la cama de hospital,haciendo que suspirará.
No le quedó de otra que quedarse quieto.
Viendo el techo,la imágen de Yujiro apareció arriba de él.
«Tienes que tener sexo,de día,de noche,después de cada comida,todos los días,¡vuélvete un hombre para volverte más fuerte!»
Duncan meditó brevemente las palabras que la ilusión le repitió en su cara.
Duncan:¿Entonces...todavía no soy un hombre?.–Murmuro hacia la ilusión,la cual sonrió burlonamente,haciendo ruborizar al azabache.
Yujiro:Si logras hacerte un hombre,tal vez me case contigo.–Sonrió la ilusión para después esfumarse.
Dejando a Duncan con curiosidad.
Duncan:Pero quiero hacerlo con usted...–Murmuró al aire mientras se había bolita,mirando la esposa alrededor de su muñeca.–(💭):Si entrenó lo suficiente...tal vez pueda ganarle,debo esforzarme.–Pensó con decisión mientras apretaba sus puños.
Debía tener fé en su cuerpo y habilidades,tal vez así podría vencer al Omega Dominante y casarse con él.
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-Tres meses después...-
Duncan se puso una camisa negra ajustada de manga corta y unos pantalones blancos y después vendó sus tobillos y muñecas.
Eiichi:¿A dónde crees que vas?.–Cuestiono con mala cara.
Duncan:Que te importa,"cielo".–Soltó obvió y sarcastico al final.
Eiichi gruñó molesto,para después sujetar del brazo al azabache menor.
Eiichi:Estoy harto,estos malditos tres meses haz estado entrenando,¿para qué?,¿¡para enfrentarte a ese bastardo!?.–Bramó molestó.–¿¡Y yo dónde quedó!?,¡soy tu prometido!,¿¡acaso te gusta ese jodido tipo!?.–Gritó furioso.
Duncan apretó su mandíbula,queriendo golper a su prometido.
¿Cómo se atrevía a insultar al Omega?.
Pero después suspiró y relajó su mirada.
Duncan:Tienes razón,perdóname.–Murmuro de manera suave,bajando la mirada.–He estado obsesionado por vencer a ese Omega...mi ego fue herido y yo...no quería ser un debilucho ante ti,pero no pensé en lo que realmente querías.–Murmuro mirandose de manera lamentable y delicado a la vez,haciendo ruborizar al mayor,quien se miraba sorprendido de lo fácil que hizo sentir mal al menor.–¿Puedo salir hoy?,solo déjame enfrentarme una vez más a ese hombre...después seré todo tuyo.–Pidió con una mirada llena de dulzura y esperanza.
