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Heeseung:
Planeabas salir con tus amigas de fiesta cuando ves a Heeseung entrar a la habitación mirándote de arriba hacia abajo de forma seria.
-¿Piensas salí así?.-Te preguntó cruzando sus brazos sobre su pecho.
Llevabas un bonito vestido blanco de seda, pegado al cuerpo con un escote en forma de uve y demasiado corto para Heeseung. A simple vista se notaba como si en cualquier momento el vestido mostraría más de lo debido y seguramente si te agachabas un poco tu trasero se notaría a la perfección y Heeseung no podía estar más que enfadado, nadie podía mirar lo que era suyo, no lo permitiría.
-¿Qué tiene?.-Rodaste tus ojos con fastidio.-Es muy bonito.
-Cámbiate ahora.-Ordenó tomándote del brazo para llevarte al armario.
-No quiero.-Te soltaste de su agarre y este te acorraló contra la puerta del armario.
-Eres mía y no voy a dejar que nadie vea lo que es mío.-Susurró Heeseung cerca de sus labios.-Al parecer necesitas un castigo para aprender a obedecer, ¿Verdad?
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Jay:
Jay estaba preparando la cena cuando te pidió que fueras por unas cosas que necesitaba a la tienda de 24 horas cerca de tu departamento.
Pero grande fue tu sorpresa cuando Jay te detuvo.
-¿Qué pasa?.-Le preguntaste cuando te escaneo de arriba a abajo.
-Es demasiado corto.-Murmuró frunciendo su ceño.
Y tenía razón. Llevabas un short corto junto a un top negro y Jay sentía que explotaría si alguien se sobrepasaba contigo en la calle.
-Jay... No exageres, solo es...
Jay te interrumpió halándote hacia él.
-Cambie de opinión, ya no quiero que vayas a ningún lado.-Murmuro en un tono ronco y de un momento a otro estabas sobre el sofá con Jay entre tus piernas, iba a dejarte claro quién es el único al que puedes provocar con esa ropa.
