Por mucho que Heeseung sepa que te sientes cómoda con él, nunca ha esperado que seas lo suficientemente despreocupada como para irte a la cama sin las bragas puestas, especialmente un día después de que le hayas confesado borracha cómo querías que te usara incluso mientras dormías, sin tener que pedirte consentimiento cada vez. Tal vez eso es lo que esperabas que hiciera: que te usara.
Heeseung, a pesar de estar conmocionado, estaba disfrutando mucho de la vista frente a él, ser mejores amigos con beneficios tenía sus ventajas, al parecer. Tu delicado slip nocturno se había levantado, revelándole tu, y no dudó en subirse a la cama, observando tu expresión pacífica mientras dormías antes de girarte suavemente un poco, asegurándose de que descansaras boca arriba.
Con tu coño justo delante de su cara, no pudo controlarse más, agachándose un poco y separando tus piernas, apoyando patéticamente su mejilla contra la parte interna de tus muslos antes de darle a tu clítoris el más suave de los besos, mirando hacia arriba para asegurarse de que no te habías despertado. Cuando no vio ningún signo de movimiento, comenzó a besarte y lamer el coño por todas partes, su aliento caliente y sus caricias necesitadas en tu coño te hacían respirar con dificultad, incluso mientras dormías.
Ya no le importaba. Tu coño era como el alcohol para él, muy adictivo, y se encontró tratando de jorobar la cama mientras metía su lengua dentro de tu agujero, haciéndote revolver mientras dormías. Su pulgar rozó tus delicados pliegues, estimulando aún más tu clítoris, que fue tu punto de quiebre cuando te despertaste con un jadeo, "Hee-" gritaste, y él se retiró.
"Te pusiste esto para mí, ¿verdad, nena? Un deslizamiento delgado sin nada dentro, para que pueda follarte cuando duermas, ¿hm?" Él se río entre dientes, tirando de ti en un beso apresurado en el momento en que gemiste un sí.
No podía esperar para arruinarte, llenando tu totalidad toda la noche, ya que estabas siendo una muñequita tan necesitada para él.
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PARK JONGSEONG
Jay no esperaba verte dormido en su cama, dado que eres de los que se quedan despiertos hasta tarde, sin embargo, esa era la menor de sus preocupaciones en este momento. "Joder", maldijo, mirando tu coño desnudo que estaba a la vista para él mientras usabas nada más que su camiseta para dormir. Sabía que no estaba bien mirarte fijamente mientras dormías, pero ¿estaba demasiado mal? Concediendo que le pertenecías.
