ArgBra

ábrete un poco más

Brasil agarraba los hombros de su amigo, mientras lo giraba y finalmente Argentina estuvo lo suficientemente mareado como para que sus sentidos se debilitaran momentáneamente, finalmente el brasileño comenzó a guiarlo.

Argentina solo caminaba, esperando la sorpresa que le tenía preparada su amigo. Debido al mareo tardó un poco más de tiempo en darse cuenta que habían salido de casa y esto lo puso más intrigado, no solían salir casi nunca.

Ya había pasado un mes desde que convivian juntos, aquel mes había sido el más agradable para Argentina, la casa no se sentía tan solitaria como se hacía sentir antes y eso le agradaba, tener a Brasil a su lado lo hacía experimentar una comodidad que no tenia hace mucho tiempo en su hogar, Brasil era como una estrella que iluminaba todo a su paso, era vibrante y su energía se contagiaba con facilidad.

Durante el último mes Brasil estuvo tratando de alegrar más los días de Argentina, y este mismo lo dejaba quedarse durante tanto tiempo en su hogar debido al anuncio de su amigo de que planeaba quedarse en su territorio de forma parcialmente permanente, según por "una buena oferta de trabajo que obtuvo ahí" cosa en la que el argentino no indagó mucho.
El brasileño siempre despertaba a su amigo abriendole las cortinas de su habitación durante la mañana y dejaba que la casa se mantuviera más abierta, que el aire entrara y saliera a su gusto, a diferencia que antes de su llegada, también se esforzaba en ayudar al argentino en mantenerla limpia y casi siempre tenian una nueva actividad para hacer juntos.

Finalmente llegaron a su destino, Argentina pudo sentir los ruidos de animales, más que nada ladridos.

__¿que hacemos en el refugio?__preguntó confundido, agarrandose a Brasil al no poder reconocer del todo el lugar donde estaban y para no chocarse con nada.

__he estado pensando..."¿no sería lindo darte un regalo como agradecimiento?" Y luego se me ocurrió "el gordo vago no se levanta de la cama nunca"__recibió un golpe ligero en el hombro en forma de broma y rió, para luego seguir__entonces tuve la idea de que quizas tener un perro te motivaria a hacer un poco de ejercicio.

__debes de estarme jodiendo...__respondió Argentina con fastidio__¿adoptaste un perro sin mi permiso?

__no...bueno si__se encogió de hombros y miró la cara de amargura de su amigo, trató de ocultar una pequeña risa y luego dijo__¿porqué no en vez de poner esa cara de ojete te pones a conocer el cachorro? Estoy seguro que te caerá muy bien.

__es muy mala idea ¿que pasa si no se lleva bien con Alfie? Ese gato es muy malhumorado, ya viste como te trataba a vos.

__pero luego se acostumbró a mi, realmente dudo que sea un problema en verdad, además Alfie está muy viejo y cansado, no creo que se tome la molestia de "cazarlo" o algo parecido

Ambos llegaron por fin a una jaula en especial, Argentina pudo escuchar como el brasileño hablaba con alguien y como esta persona abría la jaula, pronto entre sus brazos estaba un pequeño cachorro, el cual movia la cola y lamía el rostro del argentino.

__soy más de gatos__contestó, el cachorro era muy sueve y aunque Argentina no lo viera pudo intuir que sería tierno también.

__no me digas que vas a rechazarme el regalo, no seas así__se quejó Brasil.

__y si boludo, un perro es mucha responsabilidad y nunca he tenido uno...no creo que pueda cuidarlo ¿que tal si no lo hago bien?

__si es por eso no tengo problema en ayudarte a cuidarlo__acarició el brazo de Argentina y luego dijo__hagamos una cosa, nos lo quedamos unos días y si seguis sin encariñarte entonces lo devolveremos ¿de acuerdo? Pero no te cierres solo a tus preocupaciones.

Argentina se quedó un momento callado, acarició un poco al cachorro y se lo pensó durante unos segundo, aun un poco titubeante contestó.

__de acuerdo, pero si algo sale mal será tu culpa.

Y así se llevaron al perro a casa, los primeros días fueron un proceso de adaptación pero a medida que Argentina fue acostumbrandose más fue aceptando al cachorro, sorprendentemente Alfie también la aceptó y sin problema alguno, de hecho al segundo día ya ambos se acomodaban juntos.

Nombraron a la perrita "Estrella"