Todos se movían en la biblioteca de un lado al otro, sus ojos se movieron por todos los estantes llenos de libros, frunció el ceño, sin embargo estaba decidido a demostrar que era mentira ¡era completamente mentira! Subió por la escalera, no pudo alcanzar el libro, movió la escalera cual si fueran zancos, hasta alcanzar el libro, cuando logró tomarlo fue porque la escalera terminó de caer, el golpe fue fuerte, pero aún así mantuvo el libro entre manos, cuando abrió de nuevo los ojos se enfocó en la luz frente a él, las personas en la biblioteca lo estaban observando, se levantó y sonrió un poco avergonzado.
Salió de la biblioteca, le dolía el trasero ahora, dos metros de caída y quedó adolorido.
—¿Y? ¿Lo encontraste?
—Si. Ahora, vamos. Tus estúpidas ideas me tienen harto.
—¿Acaso crees que nadie va a leer un hechizo de este libro y no le pasará nada?
—¡Muévete! —ordenó, le dolía realmente todo.
—Vamos SeongHwa —dijo el chico— Será divertido.
—JongHo, no fue divertido, me duele todo ahora, así que vamos rápido.
SeongHwa observó el libro en sus manos, tenía una tapa dura con el diseño cual si fuera una puerta, lo delineó con los dedos y lo abrió sus ojos se abrieron en grande y lo volvió a cerrar.
—¡No podemos poner esto en el bar! —gritó, la gente a su alrededor lo volteó a ver cuál si fuera un loco, JongHo camino a su lado, tomó su brazo con fuerza y lo arrastró a otro lado menos concurrido— No podemos poner esto.
—¿Qué tiene? Dijeron que es un gran libro para una casa embrujada.
SeongHwa vio a los lados antes de abrir la primera página y ponerla frente al rostro de JongHo.
—¿Acaso crees que no nos van a querer ahorcar si algún niño lo ve fuera del bar?
JongHo se sonrojo al ver la página.
—Bueno podemos poner otra página…
SeongHwa lo jaló ambos pegados a la pared, empezó a mover las páginas rápido, en todas había demasiadas ilustraciones… Escandalosas por llamarlas de alguna forma.
JongHo lo detuvo en una página y le sonrió.
—Mirá, es totalmente tu tipo —le dijo.
SeongHwa sintió su rostro calentarse y volvió a mover las páginas rápido, ni una se salvaba de las imágenes sucias y totalmente descriptivas.
—No, no vamos a poner esto en nuestro bar del terror, es posible que alguien nos demande.
—Ay por favor no es para tanto.
SeongHwa sintió su rostro caliente, eso explicaba porque la chica de la biblioteca lo vio con cierto asco y porque le dijo que no tenía que devolver el libro. SeongHwa negó con la cabeza, ¿Cómo podía haber un libro como ese por allí así como si fuera una novela más?
—... Pero entiendo tu punto, no es que quiera pagar más que por la licencia de alcohol.
—¿Qué?
—Qué tienes razón, no lo había pensado mucho, no podemos poner ese libro, así que hay que devolver el libro.
SeongHwa se sonrojo.
—No puedo.
—No seas ridículo, es un libro de la biblioteca.
—Si, pero… Me prohibieron devolverlo.
—¿¡Qué!?
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