ÚLTIMA VELA

EL PELIRROJO Y EL REY

-Entrando en la historia-

-Oye Luffy, ¿Ahora que tienes pensado en hacer?

Luffy se paró en el borde del mascarón de proa del barco con un cuchillo en sus manos. Frente a él se encontraba un joven llamado Shanks el Pelirrojo.
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Cuando Luffy regresó del acantilado y vio a Shanks, casi no pudo contenerse y saltó a sus brazos y lloró. La última vez que vio al hombre fue en la Última Guerra. Cuando Mihawk vio que un marine había matado a Perona, estaba tan desesperado que bajó la guardia. El enemigo aprovechó la oportunidad y fue a matarlo, pero Shanks decidió asumir el daño. Incluso si la guerra había terminado, Mihawk todavía se sentía culpable. Siempre se quedaba despierto hasta muy tarde, ya sea para beber algo o para llorar hasta desmayarse.

Para Luffy, el hombre era su segundo tío además de Mihawk. Shanks fue quien le salvó la vida e inspiró a Luffy a lograr su sueño. Cuando la noticia sobre la muerte de Red Hair le llegó, no pudo ayudar a la condición de Luffy en ese momento, porque acababa de perder a algunos miembros de su tripulación bajo las manos de BarbaNegra. Casi no podría controlarse si no fuera porque Zoro le impidió hacerlo, podría haber tratado de encontrar una manera de destruir su cuartel general.
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"¡Lo digo en serio! ¡Estoy muy cabreado! ¡Te lo voy a demostrar!"

"¡Sí, hazlo! Aunque no sé qué vas a hacer".

Al principio, Luffy quería contarle a Shanks lo que había pasado en su vida anterior o futura, pero al final no encontró la manera de hablar con el hombre. Siguió pensando hasta que le salió un poco de vapor por las orejas y su rostro se puso rojo como un tomate roto, entonces se detuvo y decidió actuar como lo que había pasado en el pasado hasta que Luffy recuperara su fruta del diablo. Luffy de repente se apuñaló el ojo izquierdo, en el lugar exacto donde tenía su famosa cicatriz. A veces olvidaba lo doloroso que se sentía ser apuñalado, así que actuaba de forma natural y gritaba a todo pulmón.

"¡AAY MI HOJITO!"

"¡IDIOTA! ¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO?"

Su acción casi le causó un dolor de cabeza al pelirrojo, pero no perdió tiempo y ordenó al médico de su tripulación que le echara un vistazo a Luffy y lo vendara. Cuando terminaron, los piratas y Luffy fueron al bar de Makino a tomar una copa. Y por supuesto, Luffy tuvo que pasar por el sermón de Makino como la última vez. Sería una mentira si dijera que no extrañaba a la joven que tenía frente a él después de tanto tiempo. Makino siempre había sido quien lo cuidaba desde que era un niño. Ella lo trataba como si fuera su hermano pequeño y Luffy también consideraba a Makino como su hermana mayor. Pero hermana o no, no pudo soportar su largo discurso sobre cuánto arriesgó su vida hace unos segundos. De repente, Shanks decidió gritar.

"¡Ánimo, chicos! ¡Por las entrañas de Luffy y nuestro gran viaje!"

Luffy sabía que solo querían tener una razón para beber, pero en realidad no le importaba. Ver a los piratas que bebían alegremente después de su viaje le trajo algunos recuerdos a Luffy sobre la tripulación de los Sombrero de Paja. Realmente extrañaba la comida de Sanji y la música de Brook. A veces también extrañaba las peleas entre Sanji y Zoro. Y ahora que tenía la oportunidad de traerlos de vuelta, tenía que asegurarse de poder proteger a cada uno de ellos esta vez.

-¡Oh, no me dolió en absoluto!.

Dijo Luffy con algunas lágrimas en los ojos. La puñalada en verdad le dolió pero no fue suficiente para hacerlo llorar, los recuerdos de su tripulación y Shanks fueron los que lo hicieron llorar. Extrañaba profundamente los viejos tiempos. Entonces Shanks habló.

"Eso es mentira. No hagas una estupidez así."

"No es mentira. ¡No tengo miedo de salir lastimado!"

Era cierto, Luffy nunca tuvo miedo de lastimarse o de morir. Lo único que le importaba era la seguridad y el sueño de su tripulación. Si lastimarse podía salvarlos, entonces aceptaría el daño voluntariamente. Luffy levantó sus dos brazos en el aire e hizo todo lo posible por mostrarle la mayor sonrisa posible a Shanks y dijo.