Entre el deber y el deseo.

Capítulo 4. Una difícil elección.

Marta estaba sentada en su oficina rodeada de los informes y análisis de mercado que no dejaban de recordarle lo crucial que era esta campaña navideña. Llevaba años al frente de la empresa y había visto como las ventas en los últimos años se iban estancando poco a poco, la empresa seguía siendo rentable, pero en cualquier momento eso podía cambiar.

La pantalla de su ordenador mostraba las imágenes y vídeos que Fina Valero había enviado esa misma mañana. Su propuesta estaba ahí, mostraba lo que tanto había defendido en la reunión anterior, modernidad y carácter. Marta no podía evitar sentir una mezcla de admiración y reticencia. Siempre había optado por propuestas más clásicas y que no se saliesen del estilo tradicional de la empresa, pero esta propuesta volaba por los aires prácticamente todas sus ideas. Las modelos dejaban de ser profesionales para ser mujeres normales, con sus virtudes y sus defectos. Los decorados eran más un montaje que otra cosa, pero sería la propia fábrica la que albergase la campaña, era muy innovador.

La puerta de su despacho se abrió suavemente tras unos ligeros toques y Joaquín entró con paso decidido seguido de Luis. Ambos traían consigo la misma expectación que Marta había sentido desde el primer encuentro con Fina.

- ¿Has tenido tiempo de revisar todo?.- Preguntó Joaquín sentándose frente a ella dejándole la otra silla a su hermano que solo había asentido al entrar.

Marta asintió sin despegar la vista de la pantalla, quería medir sus palabras. Ella sabía que sus primos eran una parte fundamental de la empresa y estaba convencida de que a ellos la propuesta les había parecido fabulosa. Los dos llevaban un tiempo intentando darle una nueva imagen a la empresa y era ella la que siempre frenaba esas ideas.

- Sí. Es... interesante, pero no puedo decidir si es lo que necesitamos.- Dijo alzando su mirada para ver a sus primos.- No sé si estas ideas encajan con Perfumerías De la Reina.- Añadió sin dejar de mirarlos.

Luis, el perfumista de la familia, se apoyó sobre el escritorio de Marta con sus codos y descansó su cabeza en las manos.

- La propuesta es arriesgada, no hay duda de eso, pero creo que es justo lo que necesitamos en este momento. Innovación para llegar a un público más joven. Lo estamos intentando con las nuevas líneas de cosméticos, incluso en los nuevos olores que buscamos incluir en nuestros perfumes.- Justificó Luis.

- Lo sé, y estuve de acuerdo en esa idea tuya porque confío muchísimo en tu criterio pero esta campaña es crucial, y me preocupa que hacer un cambio en nuestra marca repercuta negativamente.- Murmuró Marta cambiando las diapositivas en la pantalla. No sólo mostraba las imágenes de la fábrica sino también imágenes que mostraban modelos con estilos modernos, aunque seguían viendo sofisticación en las mismas. Sin embargo, el enfoque seguía siendo más atrevido de lo que Marta estaba acostumbrada.- Lo que me preocupa es que esto pueda alejar a nuestros clientes más tradicionales.

Joaquín se inclinó hacia adelante tomando una postura similar a la de su hermano, pero más cerca de Marta. Los dos estaban convencidos de que debían insistir a su prima para que contase con Fina Valero para la campaña publicitaria.

- Lo entiendo, pero Fina ha sabido captar la esencia de la marca. Mira cómo utiliza los colores, las luces. Hay una sofisticación implícita, aunque no sea el estilo clásico de siempre. Y los consumidores jóvenes necesitan esa frescura.

Marta suspiró pasándose una mano por el cabello. En su mente las imágenes de la propuesta de Fina se mezclaban con los recuerdos del primer encuentro. No podía negar que había algo en esa mujer que la desconcertaba, algo que la hacía pensar en ella más de lo que debería.