ℤ𝕒𝕗𝕚𝕣𝕠 (Ａｔｒｅｕｓ Ｘ Ｒｅａｄｅｒ)

🎃especial de Halloween 🎃

(Este no es canon por asi decirlo, solo es un especial de Halloween)

-El aire frío de Midgard envolvía a la fémina, mientras caminaba furtivamente entre los árboles, buscando refugio de los ojos vigilantes de Odín. Su corazón latía con fuerza; sabía que no podía permitir que la encontraran. -

-De repente, un cuervo de plumas esmeralda se posó en una rama cercana. Sin pensarlo dos veces, Zafiro alzó su mano y, con un rápido movimiento, desenvainó su daga. -No más ojos indiscretos- murmuró antes de lanzar su arma, alcanzando al ave con precisión mortal. El cuervo explotó, y la joven sintió una extraña presencia en el aire, como si alguien la estuviera observando.-

-Al girarse bruscamente, sus ojos se encontraron con la figura imponente de un hombre grande y pálido con un tatuaje característico carmín, quien la observaba con curiosidad y desconfianza. La ojiazul, sintiendo el peso de su mirada, alzó las manos en un gesto pacífico. -No busco pelea- declaró, con la calma.-

-¿De dónde eres y quién eres?- preguntó Kratos, su voz grave resonando en el bosque, manteniendo su postura alerta.-

-Soy una Zafiro- respondió, en tono neutral-No estoy aquí para causar problemas. Solo... -Ella se queda callada, no puede decirle que está huyendo. Relame sus labios. -Solo busco los pueblos de Midgard- mintió la joven.-

-Aquí no los encontrarás, estás lejos- dijo Kratos, su mirada aún firme, dejando claro que no confía en ella; no sabe que es una Zafiro, aunque le dé curiosidad su apariencia.-

-Justo antes de que Zafiro pudiera replicar, Laufey emergió de entre los árboles, colocándose de inmediato entre Kratos y Zafiro. -Kratos, calma- dijo Faye, su voz suave y tranquilizadora. -Ella no es una amenaza. Con un gesto delicado, tocó el pecho del dios de la guerra, intentando calmar su creciente hostilidad.-

-Kratos gruñó en respuesta, su mirada aún fija en Zafiro, pero el reconocimiento en los ojos de Laufey hizo que finalmente cediera. Kratos giró para marcharse, dejando a las dos féminas solas.-

-Me alegra verte, Zafiro- dijo Laufey con una sonrisa cálida, observando su aspecto. Zafiro, con el cabello recogido en un moño desordenado, vestía un vestido verde oscuro largo. Descalza y con un pequeño abrigo que apenas la protegía del frío, lucía tan frágil como fuerte. -Te queda bien el vestido, te hace ver más original y no repetida como una... Bueno, da igual- dijo con una leve sonrisa mientras frunce sus cejas nerviosa por poco la fastidia.-

-Gracias...- respondió Zafiro, sintiendo que la tensión comenzaba a desvanecerse. Ella le devolvió una suave sonrisa, algo incómoda.-

-Hace años que no nos vemos, desde lo que pasó en Asgard- comentó Laufey, su mirada comprensiva y algo arrepentida. -Las cosas han cambiado tanto desde entonces.-

-Lo sé- suspiró Zafiro, recordando la pesadez de sus días en Asgard. -Odín declaró la guerra a las Zafiro, no sé qué pasó, no lo recuerdo bien, él me hizo olvidarme de eso... Y solo huí con el miedo de que usara el endorfirio...- La joven mira a Laufey.--
-Lo siento, no debí hablarte de eso...

-No, no, está bien- dijo Laufey, sorprendida por la revelación, pero sintiendo que seguir hablando del tema podría hacerle daño. -Quizás sea mejor distraernos de lo pasado- sugirió, tratando de cambiar el tono de la conversación. -Te quiero mostrar algo.-

-¿Qué es?- preguntó Zafiro, intrigada a pesar de su cautela.-

-Sígueme- invitó Laufey, comenzando a caminar. -He encontrado un lugar que creo que te gustará.

-Zafiro, dudosa, la siguió. -¿Es seguro?- preguntó, sintiendo que la desconfianza aún la envolvía.-

-Es seguro- aseguró Laufey, manteniendo una expresión alentadora. -No te preocupes, no hay nada ni nadie aquí que te haga daño.--