"El libro que estás leyendo es una adaptación. La obra original pertenece a @Diother_Lu y puede hallarse en Wattpad y a la venta en Amazon (en formato físico y digital), donde está completa."
🛑🛑🛑🛑🛑🛑
Tae tose y se agarra la garganta, sintiendo todavía el líquido caliente bajando por ella. La sensación es extraña y se siente humillado por haber tenido que tragar el semen, sin embargo, agradece que no haya sido más brusco y sobre todo el pequeño momento de cariño que le ha concedido.
Minho se halla ahora delante suyo, de pie, con su porte elegante de siempre y el cabello bien peinado, nadie diría que segundos atrás estaba todo acalorado y jadeando de forma ronca a punto de rebosar de placer.
—Ven conmigo, te daré de cenar como premio por tu buen comportamiento. —le dice el hombre, empezando a caminar.
Él no mira atrás nunca, sabe que su fiel perro le seguirá si es que no quiere enfrentarse a las consecuencias. Y Tae no quiere. Una vez en la cocina el vampiro saca un plato y un vaso, cosa que hace que el corazón del pequeño se acelere.
Cuando ve un tenedor y un cuchillo siente ganas de llorar ¿Acaba de ganarse el honor de tener cubiertos? Sería todo un sueño poder comer como un humano, no como una bestia, aunque sabe que, aunque el vampiro le permita comer así, será posiblemente solo una vez. De todos modos, sigue siendo tratado como un animal para el resto de cosas.Suspira desanimado y ve al tipo poner en un plato carne que alguno de sus trabajadores debe haber traído ya cocinada y algunas verduras picadas, después lo lleva hasta la mesa y deja a su lado los cubiertos y el vaso con agua.
Tae debería estar salivando por lo rica que huele la comida, puede decir, incluso desde el suelo, que la carne está perfectamente salpimentada y es que aroma de las especias le llega incluso desde ahí, e incluso así, no siente hambre. Tiene el estómago encogido del disgusto después de lo sucedido.
No quiere edulcorar la realidad, ese vampiro le ha quitado el derecho a su propia experiencia, lo ha usado. No es más que...<<Que una puta.>>
Se muerde el labio, no quiere llorar frente al vampiro y ganarse algún regaño, pero se siente terriblemente usado y tirado. Como un simple objeto.
Sin embargo, no ha sido tan malo como la carta auguraba. El chico anónimo describió algo peor y mucho más animal, así que presupone que quizá Minho se ha ablandado desde entonces porque, definitivamente, él no es más fuerte que el autor de ese diario.También está la posibilidad de que no haya perdido la virginidad, pero Taemin apuesta a que sí ha sucedido. Él no sabe nada de sexo, pero lo poco que sabe coincide con lo que ha pasado. Por lo que a él respecta él y su amo han tenido sexo y él ha perdido la virginidad ¿O acaso eso es otra cosa? No está seguro de nada y cuanto más lo piensa, más se confunde.
—Siéntate en mi regazo, tienes el honor de comer así por tu esfuerzo de hoy. —le dice el vampiro, palmeando sus piernas.
El chico se levanta, obedeciendo. Sigue desnudo y ve su pijama destrozado por el suelo del salón, quiere ponerse otro, pero no tiene el valor para preguntar, así que simplemente junta sus piernas, ocultando su miembro que empieza a decrecer, y se abraza a sí mismo mientas el vampiro se apoya en su hombro.
Para su sorpresa, el hombre le da un manotazo cuando trata de alcanzar un cubierto.—Yo te daré la comida, tú no puedes tocar nada de la mesa. —reprende.
Tae bufa. Ha pasado de ser un perro a ser un bebé así que su dignidad no se siente demasiado restaurada.
El primer pedazo de carne humeante se acerca a su boca, tiene un color oscuro por fuera, pero bastante rosado en le interior, como a él siempre le ha gustado. Cuando muerde está tan tierna que casi se deshace en la boca y por muy poca hambre que tenga, el sabor le abre el apetito y le hace soltar un leve gemido.
ESTÁS LEYENDO
La mascota de un vampiro **adaptación 2 min**
FanfictionConfinado en una habitación oscura, Taemin verá por primera vez en años la luz del día solo cuando sea comprado como esclavo. Su corazón inocente se aferra todavía a la esperanza de un vampiro angelical, de una vida feliz en ese infierno y la pregun...