"El libro que estás leyendo es una adaptación. La obra original pertenece a @Diother_Lu y puede hallarse en Wattpad y a la venta en Amazon (en formato físico y digital), donde está completa."
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Taemines un pequeño manojo de nervios.
Está recorriendo el sendero que va desde el jardín trasero de la casa de Minho hasta el turón donde se alza la de Yesung. El vampiro pasea con las manos embuchadas en los bolsillos y mirando a su alrededor. Él, por su lado, lucha por que sus pies no se entrecrucen y se caiga de morros. Minho le ha dado un par de zapatitos blancos que parecen de muñeca para que no se ensucie al ir descalzo y aunque lo agradece muchísimo, está aterrado de manchar sus blancas prendas por un error y ser golpeado.
—Mascota —lo llama con la cabeza alzada. Taemin lo mira tragando saliva, pensando en lo peligroso que se ve con su traje negro y los colmillos resaltando sobre toda esa oscuridad. —, para un vampiro su posición social delante de otros líderes es importante. —explica y él comprende que necesita ser discreto y no causar problemas. Sin embargo, Minho lo deja más claro: —si me dejas en ridículo delante de los demás nos iremos de la reunión y al llegar a casa voy a matarte ¿Entiendes? —el chico asiente sin voz, perturbado por la tranquilidad en la de Minho. Sabe que su amenaza no es en vano.
El resto del camino es silencioso, un silencio agradable para el vampiro, pero tortuoso para Taemin. Cada paso que escucha suena como un segundero entonando una cuenta regresiva que termina con su muerte. Le cuesta respirar y la casa de Yesung está más y más cerca.
Apabullado por todos los pensamientos que está empezando a tener, por todas las posibilidades de que no vea salir al sol más, de que Tae sufra por la enorme mentira en la promesa de que iría verlo, de que el diario de anónimo quede de nuevo a oscuras en un cajón, decide arrimarse al vampiro. Busca algo de cándido en él, le toma de la mano con delicadeza, entrelazando los dedos. Minho se zafa bruscamente.—No hagas tonterías. Eres mi bolsa de sangre, no mi noviecito.
El chico solo asiente y baja la cabeza, dolido. Entrelaza sus propios dedos y aprieta fuerte las manos al hallarse ante la entrada de la casa. Otra enorme puerta, más alargada que la de su amo y de color blanco con revestimientos dorados. A pesar del grosor de esta, Tae escucha el chachareo animado de la fiesta en el interior: risas, exclamaciones, saludos emocionados. No suena como un lugar malo, pero está nervioso de todos modos.
Minho truena sus nudillos contra la puerta y Tae da un pequeño repullo. El vampiro lo ve de reojo, coloca la mano en su espalda y lo empuja. Antes de apartarse Tae puede notar como este acaricia un poco con el pulgar. Baja la cabeza, sonríe como un idiota y murmura un agradecimiento que no sabe ni si se escucha. La puerta se abre lentamente y el chico mira con los ojos abiertos, tan solo moverla un centímetro parece una tarea hercúlea, pero el hombre que lo hace la está empujando con un dedo. Un escalofrío le recorre al posar sus ojos en él, como si su frialdad le puede tocar sin siquiera acercarse.
Es un hombre alto, más que Minho, con los hombros anchos, la cintura estrecha y una sonrisa de labios pigmentados que destaca en su cara como un profundo corte. No es tan corpulento como su amo, pero aun así es grande y le intimida su rectitud, su forma de elevarse y elevarse como si tratase de poner lo que sea que oculta en su mirada a buen recaudo. Tiene dedos largos y manos poderosas que usa para estrechar las de Minho y el rostro finísimo, como un modelo. Es tan perfecto que le da mala espina, con su nariz puntiaguda, la boca mezquina, y finas cejas color negro que enmarcan una mirada pequeña y ominosa. El cabello negro como su traje le llega por los hombros y está peinado hacia atrás. Tae se ve obligado a apartar la mirada, algo en él lo hace querer volverse y vomitar. Algo podrido y horrible escondido detrás de esos encantos que parecen sacados de un poema de amor.
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La mascota de un vampiro **adaptación 2 min**
FanficConfinado en una habitación oscura, Taemin verá por primera vez en años la luz del día solo cuando sea comprado como esclavo. Su corazón inocente se aferra todavía a la esperanza de un vampiro angelical, de una vida feliz en ese infierno y la pregun...