𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗨𝗡𝗜𝗖𝗢 || 𝟬𝟭

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ONE SHOT - US AND THE MOON
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La luna brillaba en el cielo nocturno, iluminando el parque vacío. Los juegos infantiles permanecían en silencio, y la única iluminación provenía de la luna y algunos faros que ofrecían una breve luz. Jake y Sunghoon caminaban por la acera, acercándose a pasos lentos a la cancha del parque. Jake hablaba emocionado sobre el nuevo libro que había leído, con la segunda intención de convencer a que su mejor amigo lo lea también. Su cabellera rubia destacaba en la oscuridad, su ropa en tonos marrones claros eran lo opuesto a la ropa negra de Sunghoon.

―Debes leerlo, en serio― Dijo, mirando a Sunghoon con entusiasmo― El final es inesperado... ¡No quiero darte spoilers!

Jake llevó sus manos a su cabeza e hizo una mueca de falso sufrimiento.

―No te daré spoilers, lo prometo― Le prometío con una sonrisa― Te lo explicaré de la forma que te interese. 

Caminando de espaldas frente a Sunghoon, Jake levantó su dedo índice y lo apuntó, en forma de demanda, como sí quisiera que escuchará atentamente lo que iba a decir. 

―Al chico lo terminan agarrando igual― Aclaró, haciendo una pausa dramática― Pero sí lo lees, lo vas a entender, ¿Sí?

Sunghoon sonrió, divertido por la actitud de Jake. Llevaba una pelota de baloncesto debajo de su brazo y comenzó a hacerla rebotar de una mano a otra, preparandose para jugar.

―Está bien, está bien. Lo leeré.

Jake se dio la vuelta y sonrió, satisfecho. 

―Genial, te gustará.

Continuaron caminando hacía la cancha, disfrutando del tranquilo ambiente nocturno en esa madrugada y de la compañía mutua.

Sunghoon, con una pequeña sonrisa en los labios, miraba a Jake, que caminaba frente a él, hablando sobre algún otro tema. Sin embargo, Sunghoon no lograba prestar atención. Sonreía inconscientemente, sintiendo que durante unos segundos solo existían ellos dos en el mundo.

Cuando pusieron sus pies sobre la cancha, Sunghoon lanzó la pelota de baloncesto hacía Jake, quien la atrapó con habilidad. El rubio sonrió y reboto la pelota contra el suelo, demostrando su habilidad para aquel deporte. 

Sunghoon se rió y corrió trás él, intentando quitarle la pelota. Él se defendió, y así el juego comenzó sin necesidad de palabras, siendo ambos rapídos y agiles.La lucha por la pelota se intensificó, con los dos chicos peleando por la pelota, en plena madrugada, bajo la luz de un faro y la luna. Era un momento único e íntimo, que pronto sería inolvidable.

Pero en ese momento, mientras luchaban, Sunghoon se detuvó abruptamente. Miró a Jake a los ojos y vío algo que nunca había visto antes. Vió una conexión profunda, una sensación de pertenencia que trascendía a la amistad, que trascendía cualquier barrera social, cualquier opinión ajena. Fue como si el tiempo se detuviera.

Jake se detuvo por igual, su sonrisa se desvaneció y su mirada reflejo confusión. Sunghoon vio en sus ojos una reflección de sus propios sentimientos, una unión que no podía ignorar. El aire parecío cargarse de electricidad, y así él supo que algo había cambiado entre ellos. En ese momento, se dio cuenta de que amaba esos ojos, esos ojos que ahora lo miraban con una mezcla de sorpresa y curiosidad. 

―¿Qué sucede?― Jake frunció el ceño y dejó la pelota bajo su brazo, mirandoló atentamente, esperando una respuesta.

El pelinegro desvió su mirada brevemente, como sí la timidez hubiera vuelto repentinamente.

―¿Qué es el amor para tí, Jakey?― Preguntó con voz suave, casi sonando a susurros si no fuera por el silencio de la noche. 

La pregunta solo sirvió para despertar más la confusión del contrario, pero este soltó una sonrisa ladina y respondió de igual manera.

―Es casarse y vivir el resto de mí vida con alguien. Alguien que me haga reír, alguien que me entienda, alguien que me ame incondicionalmente.

Sunghoon asintió y bajo la vista al suelo, su corazón latiendo con emoción. No pensaba lo mismo, no lo hacía desde hace mucho. Su corazón latía con fuerza cuando veía a Jake, su corazón dolía cuando pensaba que nunca podría casarse con él, que él era demasiado ingenuo para notar su amor, que Jake tenía miles de mejores opciones. 

Mientras miraba al suelo, Sunghoon se preguntó si alguna vez podría revelar sus verdaderos sentimientos.
¿Podría Jake aceptarlo? ¿O lo rechazaría? 
El miedo de perder su amistad era demasiado grande.

Jake, ajeno a sus pensamientos, continuó hablando. 

―¿Y tú, Hoonie? ¿Que es el amor para tí?― Preguntó con curiosidad.

Sunghoon levantó su mirada del suelo y se encontró con sus ojos. Su respiración se entrecorto y su corazón pareció detenerse. Su cabeza daba vueltas, como sí estuviera perdido en un torbellino de emociones. 

Lo amo, pensó. Eso es el amor. Lo que está sintiendo es amor. Jake es amor.

―Tú― Respondió finalmente, su voz está vez fue un suave susurro, apenas audible.

Pero, la palabra resonó en el aire, cargada de significado. Jake frunció el ceño nuevamente, confundido, aún así Sunghoon no pudo apartar su mirada. Quería qué Jake comprendiera, que sintiera lo mismo.

―¿Yo?― Jake movió su cabeza como sí tratará de comprender si había escuchado bien, pensó que quizás se había confundido. Repitió, su voz llena de incredulidad. Tal vez Sunghoon había sentido lo que él había sentido durante cinco largos años, pero no podía ser cierto.
Era imposible.
Sunghoon tenía a miles de chicas trás él, admirándolo, deseándolo. Nunca se fijaría en él.

Jake se rió nerviosamente, intentando disimular su emoción. 

―¿Qué quieres decir, Hoonie?― Preguntó, su voz temblando ligeramente.

―Para mí... tú eres amor― Vio como abría la boca para responder, pero anticipa el rechazo y lo silencia antes de qué se pronuncie― No, no digas nada― Solicitó Sunghoon con su voz llena de emoción― Tus ojos, tu sonrisa, cuando me hablas, cuando tomas mi mano... Me haces sentir vivo. Me haces sentir que estoy en casa...
Te amo― Confesó con la voz temblando― Te amo con todo mi ser, te amo más que a mí vida, Jake Sim. Y lo siento, por estropear nuestra amistad... No quiero perderla, pero no puedo seguir ocultando mis sentimientos.

Jake se quedó en silencio, su rostro pálido y sus ojos abiertos con sorpresa. Sunghoon podía ver el conflicto en su mirada, la lucha entre la amistad y la posibilidad de algo más. 

―Por favor, dí algo― Rogó el pelinegro, con el corazón latiendo de ansiedad. Tal vez un "no" es suficiente, no puede respirar con aquel silencio y esa expresión de confusión.

Jake se quedó en silenció, nuevamente. Luego, lentamente, una sonrisa se le dibujo en el rostro.

―Hoonie...― Susurró, le temblaba la voz― No has estropeado nada. Al contrario, has revelado lo que yo había estado ocultando durante cinco largos años― Se acercó a él con emoción― Te amo, Park Sunghoon. Te amo desde hace mucho, desde que te conocí. Pero tenía miedo de perder nuestra amistad, de que no sintieras lo mismo...― Confesó, con la voz llena de emotividad. Jake tomó la mano de Sunghoon, su tacto electrizante, diferente a cualquiera.
―No puedo creer que sientas lo mismo... no puedo creer que me ames― Dijo y su sonrisa crecía. Sunghoon sonrió también, con el corazón lleno de felicidad.

―Siempre te he amado, Jakey. Siempre― Respondió, atrayendoló hacía él en un beso tímido. 

Cuando se separaron, recostaron sus frentes, recuperando la respiración. Sunghoon tomó las mejillas de Jake entre sus manos, con la mirada llena de asombro y felicidad. No podía creer lo que estaba sucediendo.

La luna era la única testigo de su momento de intimidad.

―Lo que más deseo... es vivir en una pequeña y acogedora casa con un hermoso jardín... contigo, Jake Sim― Dijo, con una voz llena de emociones― Quiero despertar cada mañana a tu lado, quiero que seas mi esposo, mi compañero de vida.

―Me encanta esa idea.

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ADAPTACIÓN AUTORIZADA.
OBRA ORIGINAL POR @solytori


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