Líder De Manada

0 0 0
                                    

Hablar sobre la visita del general no fue nada fácil para Amanda, sin embargo, una nueva recaída de Hada le hizo reconsiderar sus opciones, llamando a los médicos para conversar cuando confirmó que el contenido de la caja.

Los tres acordaron que primero Miguel hablara con la que mejor podía entender lo que ocurría: Renata, y pedirle ayuda, luego él y Alex hablarían sobre el asunto con la líder de la manada para tomar una decisión, pues las órdenes de Alejandro podrían verse contrariadas con la lucha por la supervivencia de la pequeña.

Ese mismo día, Miguel partió hasta un pueblo al otro extremo de la ciudad muy cerca de las montañas, como ya era muy tarde, pasó el resto de la noche en una posada y al día siguiente buscó una manera de llegar a donde debía lo más pronto posible, encontró a un granjero que vivía a las afueras del pueblo, muy cerca del lugar a donde iba, así que habló con él para que lo llevara en su camioneta gran parte del camino a cambio de un dinero extra.

Más tarde, llegaron a la base de la montaña más grande del lugar, Miguel agradeció la ayuda y bajó de la camioneta para continuar su camino, mirando los dos senderos que tenía la montaña para subir a su cima. Uno era completamente llano, pero le daba varias vueltas a la montaña hasta llegar a su cima, el otro sendero era más directo aunque bastante escarpado en las secciones que no convergen con el primer sendero. Miguel optó por ese camino para ahorrar tiempo, buscó que nadie estuviera a los alrededores  para quitarse sus ropas y luego tomar la forma de un enorme lobo ártico para poder escalar con ayuda de sus fuertes patas por todo el sendero.

Al llegar a la cima, se escondió entre los árboles para vestirse nuevamente y caminó hasta la hermosa mansión que se encontraba ahí, siendo recibido por un imponente tótem de lobo tallado en piedra en la entrada principal. Se acercó a la puerta, a punto de tocarla usando la figura de metal con forma de cabeza de lobo mostrando los colmillos y un aro entre sus fauces como timbre.

—No es necesario que toques la puerta, — le había detenido una voz femenina.

Miguel se giró y sonrió al encontrar a una mujer en sus cuarenta vestida de un traje formal, con su largo cabello moviéndose con el viento y pelaje, orejas y cola de leopardo de las nieves.

— Me alegro de verte otra vez Renata,  aunque espero no generar incomodidades sobre el motivo de mi visita.

La mujer negó con la cabeza y lo invitó a pasar hacia un jardín en específico con una mesa en el centro, sentándose uno frente al otro.

—¿Y Tu alfa? ¿Están bien?

Renata guardó silencio unos segundos notablemente incómoda con la pregunta, pero Miguel le instó a ser sincera, suspirando con algo parecido a pena en sus ojos.

—Estamos bien, pero Duncan… No ha sido fácil para él todo esto, en especial después de tener que aceptar que el líder de la manada de su esposa le ordenara venir aquí para salvarnos, se sintió muy inútil e insuficiente cuando no pudo hacer nada por nosotros y el resto de la manada  a pesar de su cargo, pero no teníamos otra opción, el general estaba tratando de encontrarme, no podíamos exponer  a más peligros a todos ustedes y nuestra familia. Duncan quería ayudar, pero su vida y la de Alejandro estaban en riesgo por el deseo del general de que no siguieran con la demanda en el tribunal militar, ustedes no lo supieron, pero el general envió a sus sicarios a tratar de matar a mi esposo y secuestrarme con Danna en brazos, por eso Alejandro decidió  que nos refugiáramos aquí, fue muy compasivo con nosotros a pesar de que fue mi culpa ponerlos en riesgo…

—Evan dijo que Él sabía que no fue tu culpa…

—Sí lo fue, yo fuí la base para que ese proyecto existiera, mi propósito al crear ese suero era que las parejas de especies distintas, como él y Nimue, tuvieran la posibilidad de tener cachorros sin los problemas que sufren, yo solo quería darles esperanza, pero todo se volteó en mi contra cuando su padre quiso “ayudarme” a lograr mi objetivo. Debí intuir que todo era una mentira y que solo usaban mi investigación a su beneficio, haciendo pruebas secretas, usando a los cadetes, ¡a su propio hijo! Tal vez si lo hubiera sabido, hubiera tenido la oportunidad de salvar a todos los que usaron en ese experimento sin su consentimiento antes de lo que pasó, pero fuí inútil y no pude hacer nada…

Especial: Las Dificultades De CrecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora