Había pasado el fin de semana, y el lunes Mimí tenía público, todos sus amigos fueron a verlos tocar.
—Por qué les dijiste—Yamato la regaño.
—Tenemos que practicar con público—Mimí le dijo—¿O la chica de la letra está aquí?—A toda costa Mimí quería saber quién era a quien le dedicaba la canción.
—Ya basta con eso, pero enserio porque, todos hemos practicado con público, hasta tú en los eventos en los que participas.
—Matt son nuestros amigos, y como vamos a participar juntos quiero que nos vean primero, además...me la debes.
—¿Te la debo? —Yamato se sorprendió muchísimo por lo que le había dicho la castaña.
—Sí, me dolió mucho lo que dijiste de mí, tú no me conoces.
—Está bien, pero que sea la última vez.
—Promesa—Dijo ella con una sonrisa.
Después de ensayar Mimí aún no tenía bien definido como cantar esa canción, y más porque por petición de Yamato no cantaron esa canción. Se dedicó lo que quedaba del domingo a ver películas románticas tristes para poder entender lo que Yamato le pedía, pero los demás sentían que no era suficiente. Por la tarde Miyako le dijo algo que tal vez podría ser la causa de todo, que no estaba enamorada, la castaña paro en seco, era verdad no le gustaba nadie, no sentía nada por nadie desde que había vuelto a Japón se había dedicado a estudiar simplemente y estar con sus verdaderos amigos. Pero era necesario enamorarse para cantar bien esa canción.
"¿Yamato, lo hice bien?" Mimí le mandó un mensaje ya un poco tarde, necesitaba saber cómo era que quería esa canción.
"Si" Dos letras, solo dos letras el señor tundra podría escribir.
"Solo que, cuando escribí la canción me sentí realmente enamorado" Un segundo mensaje llego.
"Dime de quien estás enamorado, no le diré a nadie" Mimí tenía mucha curiosidad de saber de quién se trababa.
"No, ya duerme" Mimí se arremolino en la cama, quería saber.
Yamato era tan misterioso para ella que necesitaba saber, y si le había dicho que estaba enamorado, realmente enamorado, tenía que saber que era lo que sentía por esa persona, tenía que responderle de la misma manera en la canción.
En casa Yamato estaba recostado en la cama viendo al techo, pensando en que si le decía a alguien lo que sentía antes de ese concierto lo arruinaría, eso era lo que él pensaba, tan solo a su hermano Takeru un día le había insinuado que le gustaba alguien, su hermano lo engaño preguntándole que si era alguien del grupo a lo que Yamato ingenuamente contesto con un sí. No podían enterarse no ahora, nadie absolutamente nadie tenía que enterarse.
A esos momentos Yamato sentía que había sido una mala idea haberle dicho a Mimí, ya que conocía a la chica de la canción y si le decía a la castaña quien era, esta le iba a decir, y con sinceridad sentía miedo al rechazo. Sabía que había algo entre ellos, no era tonto, pero como saber realmente que sentía Sora Takenouchi por él. Habían sido amigos toda su vida, y no fue hasta que entraron a la secundaria que milagrosamente Sora se había convertido en una chica, no era que no supiera que era una chica, si no que toda su vida la había visto más como un chico más del grupo, un grupo de tres Taichí, ella y el.
Ahora estaba otro problema en decirle, sabía que si le decía a Mimí ella le diría a Tai, eran muy buenos amigos, de hecho, hasta el mismo creía que ambos salían, pero sus sospechas no habían sido confirmadas o negadas; a decir verdad, jamás le pregunto al moreno su relación con Mimí. Si Taichi se enteraba, habría posibilidades de que se burlara, o que le diría que no tendría oportunidad o que se molestara por el hecho de que rompería una amistad de toda la vida.
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Señor tundra [Aikotoba]
FanfictionMimi regresa a Japón después de varios años, encontrándose con viejos amigos de la infancia, Yamato no ha cambiado mucho de personalidad, así que Mimi comienza a llamarlo Señor Tundra, ¿Como poder convivir en paz con aquel apodo?