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JUNGKOOK

—¿Que él va a hacer qué? —grité por el teléfono. Por fin estaba aterrizando en Incheon después de un viaje infernal a Viena y Florencia con Yoongi y sus amigos imbéciles, cuando Nayeon me llamó con sus emocionantes y enormes noticias.

—Paracaidismo, duh.

Cuando sus noticias me dejaron sin habla, ella continuó. —¿Jimin no te dijo? ¿No has hablado con él?

—¡He estado hablando con él todos los días! Y sé exactamente por qué no me dijo, porque yo habría volado a casa y atado su loco y bienhechor trasero a una silla.

—Bueno, es demasiado tarde para eso. Saltará en menos de una hora. ¿En dónde estás?

—Estoy en Corea, en el aeropuerto de Incheon, por Dios. Dile que no lo haga. Por favor. Sabes cómo me siento al respecto. Nayeon, él está aterrorizado de volar. Él no puede... solo dile, por favor, que no se suba a ese avión. Dile que me espere —Colgué el teléfono e intenté llamar a su número.

La idea del hombre que me importaba saltando de un aeroplano en caída libre, era demasiado terrorífico para contemplarlo. Mis manos ya estaban temblando con la combinación de nervios y miedo.

—¿Jungkook? —Miré de reojo para ver a Taehyung rodando en su silla de ruedas en el lobby junto Kyungsoo —. Dijeron que estaban en otro vuelo. Lamento haberte perdido —Él pareció notar mi expresión, porque se detuvo y arrugó el ceño —. ¿Estás bien?

—No. Necesito llegar a Daegu para frenar a Jimin de hacer algo estúpido —murmuré, intentando alcanzar a Jimin y oyendo la llamada desviarse al buzón de voz.

—¿Qué sucede?

Le di la versión corta. —Aparentemente, atrajo a una celebridad a hacer paracaidismo y ayudar a mi hermana y cuñado con que su negocio tenga algo de visibilidad. Pero el tipo está forzando a Jimin a hacerlo con él, y él está aterrorizado de los aviones y a volar.

—Diablos —murmuró Kyungsoo —. Aunque, no puedo imaginarlo saltando por esa puerta.

—Es un imbécil terco —dije —. Y él haría lo que sea para ayudar a un amigo. Así es como lo ve él. Llegará hasta la puerta abierta y se convencerá a sí mismo de saltar por el miedo a decepcionarnos si no lo hace.

Taehyung rodó más cerca y me dio un apretón en el brazo. —Entonces, me imagino que iremos a Daegu . Siempre he querido intentar paracaidismo. ¿Crees que tienen las acomodaciones necesarias?

Miré de reojo a Kyungsoo, quién estaba sonriendo, antes de mirar de vuelta a Tae. —Estás de broma.

Taehyung sacudió la cabeza. —Nope. Nunca. Sabes lo mucho que amo una buena aventura. No me niegues la oportunidad de hacer paracaidismo ahora que has sacado el tema.

Hice un medio intento de discutir, pero sé que él decía la verdad sobre amar las aventuras. En un período de veinte minutos estábamos saliendo en el corto tramo a la pista de aterrizaje de Namjoon. El Cessna de Taehyung era lo bastante pequeño para aterrizar sin ningún problema, y era un poco extraño sentarme en el asiento del copiloto ya que Kyungsoo era el capitán durante este viaje.

Le hablé por la radio a Namjoon. —No dejes que salte.

—Hombre, relájate. Estará bien.

—Le tiene miedo a volar, Namjoon. Se orinará encima cuando tenga que saltar fuera del avión. Solo lo hace para ayudarnos.

—Lo sé, y estoy agradecido como el infierno. Si pensara que está en alguna clase de peligro, no lo dejaría hacerlo. Confía en mí.

—Carajo —Golpearía algo si solo lo que estaba a mi alcance no fuera crítico para el control de vuelos.

LOVE IN THE AIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora