JUNGKOOK
Un año después
—Esto es estúpido —murmuré —. Lo va a odiar.
Miré a lo largo de las aguas oscuras del lago de Jinju que brillaban bajo el sol del verano. Era un día absolutamente perfecto para pasarlo en el parque con nuestros amigos más cercanos. Nayeon se había ofrecido a traer un picnic para el almuerzo, pero Taehyung había insistido en tener un catering en su lugar. Bastardo mandón y millonario.
Taehyung me chocó suavemente con su silla. —Corta la mierda. Lo va a amar. Le excitan las cosas cursis como estas.
Miré hacia él. —No maldecías así antes de comenzar a salir con Hoseok. Lo cual es bastante extraño, porque él tampoco maldice. Y, con todo eso, todavía parece ser una mala influencia para ti.
Predeciblemente, el rostro de Taehyung se ablandó ante la mención de su novio. — Jung Hoseok es todo lo hermoso y bueno de este mundo.
Hice un sonido de náuseas. —Y a mí me llamas cursi. Claro.
—Ya volvimos —dijo Hobi en un tono demasiado ruidoso para asegurarse de que los oyéramos llegar. Sus ojos estaban abiertos de par en par en una expresión de "¿qué querías que hiciera?". Jimin corría a su lado para poder mantenerse a la altura de los pasos largos de Hobi.
Solté un suspiro de alivio. Por un minuto, pensé que se perdería la maldita cosa por completo.
—Lamento lo del desvío —dijo Jimin, alcanzando mi mano —. No debí haber tomado ese segundo café helado.
Me incliné y lo besé en los labios, intentando ocultar mis nervios. —¿Caminarías conmigo más cerca de la orilla?
—Por supuesto —Me dejó que lo guíara lejos de las tiendas y sillas de acampar que organizamos —. Nunca me contaste qué tal fue con el blackjack. Lo único que hiciste fue preguntar si podías tomar efectivo de la cuenta para apostar, pero nunca oí si perdiste o ganaste. Llegaste tan tarde anoche que me olvidé de preguntar.
Había volado a algunas mujeres a Las Vegas en un viaje de despedida de solteras, por tercera vez este verano. Un viaje más como ese y aceptaría la oferta de Taehyung de convertirme en su piloto exclusivo de una vez por todas.
—Terminé no yendo. Tomé mi tikka masala usual y me acosté. Te habría llamado, pero era la noche en que tendrías a los auditores de cumplimiento durante tu turno.
—Sí, nos fue bien. Aprobamos con grandes éxitos. Ha-Neul me dio un día libre adicional la semana que viene para compensarlo.
Mantuve los ojos pegados al sur después de sentir mi teléfono vibrar en el bolsillo. Efectivamente, allí estaba.
—Hey —dije apuntando —. ¿Qué es eso?
Jimin entrecerró los ojos hacia donde estaba señalando y luego me miró como si fuera un idiota. —Es un aeroplano, Einstein —Se inclinó para recoger algo del suelo. Necesitaba que tuviera los ojos arriba, no en una jodida roca con forma especial.
—Sí, pero... luce como uno de los aeroplanos de Namjoon.
Él se enderezó y entrecerró los ojos de nuevo hacia el aeroplano de colores que se acercaba. —Si alguno de los chicos la está cagando mientras que Namjoon está fuera de la ciudad, le van a patear el trasero.
Una vez el avión era fácilmente visible, el banner de la parte de atrás se veía más claramente.
—¿Qué diab...? —Jimin dio un paso más cerca de la orilla. El avión pasó zumbando, lo suficientemente bajo para mostrar su cargamento.
ESTÁS LEYENDO
LOVE IN THE AIR
RomansPensé que la falta de experiencia en el dormitorio era el motivo por el cual mi mejor amigo no se decidía a corresponderme. Cansado de esperar por él, decidí dar el siguiente paso y perder mi virginidad con un extraño. En una aplicación de ligue ca...