Alma y corazón.

IX

Bajo la amenaza de guerra en contra de Gusu Lan, los ancianos del consejo se vieron obligados a retroceder en los planes de querer mantener encerrados al líder y a su esposa. En lo que respecta al que orquestó el asesinato del que culpaban a madame Lan, para sacarle la verdad al verdadero culpable, usaron un orbe que muestra lo que una persona oculta de los demás. Estas herramientas, al no ser manipulables, revelaron como fueron en realidad los hechos.

A'ren, ya que tienes años de experiencia, podrías quedarte como líder de secta - QinghenJun muestra una inocente sonrisa.

No y no seas patético - regaña QiRen a su hermano mayor.

Vamos, no seas egoísta con tu hermano.

¿No crees que aquí el único egoísta eres tú?, me hice cargo de tus hijos y de Gusu Lan. No pude tener mi propia vida ni formar una familia porque los ancianos insistieron en que mi prioridad eran mis sobrinos. Que si tenía mís propios hijos, iba a descuidar a los tuyos... - QiRen estaba muy enojado al ver que su hermano quería dejar todo en sus manos una vez más - Creo que tu reclusión sólo fue una excusa para no cumplir con tus deberes.

A'ren, no sufras más. Yo personalmente me encargaré de que mi esposo cumpla cabalmente con sus deberes - Wen Xing le sirve té a su cuñado - Es mejor que vayas a descansar por el día.

Te lo encargo, hermana. No dejes que se escape, de lo contrario, el que se irá seré yo - QiRen bebe de su té, sintiéndose un poco más calmado al tener el apoyo de su cuñada.

Lan QiRen entra al área de los niños que a esa hora están en los salones. Desde afuera y por una ventana, observa la clase.

¿Esta vez sí vienes por él?. Ahora que tu hermano salió de reclusión, tienes una oportunidad - una cultivadora se acerca a QiRen, quien sólo guarda silencio.

Por proteger a mis sobrinos y sus intereses, sacrifiqué a mi propio hijo. Creyendo que era lo más justo para él, lo entregué a su padre. Si hubiera sabido que aquel niño de mirada triste y comportamiento humilde se transformaría en un ser arrogante e irrespetuoso, un desvergonzado, jamás lo habría dejado ir. Fue un error monumental que no volveré a cometer - piensa QiRen, mientras Lan Chao exista, Wen Chao no verá la luz del día.

¿Vas a permitir que piense toda su vida que es un huérfano?

No puedo revelar al mundo que es mi hijo.

Adóptalo o tómalo como tu discípulo - aconseja la cultivadora.

La adopción es lo más cercano a una relación de padre e hijo -reflexiona QiRen en voz alta.

Es mejor que ser un discípulo... - concluye la cultivadora.

QiRen avanzaba con pasos firmes junto a Lan Chao por el sendero que conducía a su residencia, aferrando con fuerza la pequeña mano de su hijo. La decisión de cambiar el destino del niño se había arraigado profundamente en su corazón. Esta vez, no iba a perderlo de vista.

Lan Chao, por su parte, no comprendía por qué el maestro, con una mirada severa, lo había sacado del área infantil. Sentía miedo, y para evitar cualquier problema, decidió mantenerse en silencio.

A'ren - la voz de RuoHan lo alcanzó.

¿Aún estás aquí? ¿Qué esperas para irte? - QiRen escondió al niño detrás de sí, protegiéndolo con su propio cuerpo. No quiere que con tan sólo mirarlo, ese monstruo corrompa a su hijo.

Quiero saber si es por culpa de ese Wen RuoHan que tu actitud ha cambiado conmigo - el corazón del Wen late con desesperación al imaginar la respuesta.

Ese Wen y tú son la misma persona - confirma QiRen con voz firme.

Yo no soy él, no planeo apoderarme de otras sectas. No tengo intención de incendiar Gusu Lan ni de mandar a matar a tu hermano. Jamás te lastimaría de esa forma - RuoHan, con el alma en vilo, intenta desesperadamente convencer a QiRen, temiendo ser rechazado por algo que no ha hecho.

¡Sí, eras tú! Ví con mis propios ojos la verdadera esencia de tu alma, tus ambiciones desmedidas. Sé de lo que eres capaz para alcanzar el poder absoluto. No te importa que familias enteras sean aniquiladas, que niños, ancianos, mujeres embarazadas... todos sufran. No te importa el dolor de los inocentes ni cuántas criaturas dejas huérfanas. ¡Pero qué puedo esperar de alguien que envió a sus propios hijos a morir cuando apenas tenían 19 y 23 años! Alguien que codicia el hierro Yin... No te asocies con el mal, es una de las reglas de mi secta - Y con eso, QiRen lo dijo todo.

¿Tanto me odias? - RuoHan se siente devastado al pensar que el amor de QiRen cambió de un momento a otro de manera tan drástica.

Mi hijo murió en esa guerra por tu culpa. No pude vivir el luto ni nada parecido porque, una vez más, tuve que anteponer la secta y mis sobrinos a mí mismo. No sabes lo que es vivir con el constante dolor de perder a tus seres queridos uno tras otro. Wei Ying no habría optado por el cultivo fantasmal y no se habría visto obligado a proteger a los Wen que quedaban, y mi sobrino no habría tenido que sufrir tanto. Tú eres la raíz de todas esas desgracias -  QiRen había liberado todo lo que sentía: rabia, dolor, tristeza.

Es cierto que poseo una pieza del hierro Yin y deseo reunir las demás, pero es para destruirlas - explicó RuoHan con una mezcla de desesperación y determinación en su voz.

Pero al final, la ambición siempre prevalece - sentenció QiRen, sus palabras resonaron como un eco sombrío en el corazón del Wen.

Él… ese niño - la voz de RuoHan se quebró, suena débil y ronca, intentando desviar la conversación.

Es mi hijo adoptado - recalco el Lan con sus ojos llenos de desconfianza.

¿Cómo se llama?

Lan Yông - QiRen pronunció el nombre con una frialdad cortante. No tenía pensado revelarle quien era en realidad ese niño.

Es un buen nombre, para alguien que tiene una nueva oportunidad - murmuró RuoHan, su tono de voz suena impregnado de una tristeza profunda - ¿Cuál era su nombre original?

No tienes porque saberlo - al decir verdad, ni el mismo RuoHan entendió el porque el interés de saber el verdadero nombre del pequeño.

En Yunping, días después de salir de Gusu Lan, los esposo Wei se reúnen con Zhao Zhuliu. Tras una conversación privada, juntos parten al muelle de Lotus Pier y en el camino se enteran de algunas cosas, poco alentadoras y que ChangZe había ignorado hasta ahora.