Las Lagrimas Del Angel (A.U De La Herejía de Horus)

capítulo 4 "unas cuentas copas"

Roboute Guilliman dejó su copa de vino sobre la mesa junto a su silla cuando Sanguinius entró en la habitación, indicándole que se uniera a ellos. Junto a Roboute había 6 sillas dispuestas en círculo, cada una adornada con la insignia de uno de sus hermanos. Las sillas originalmente habían sido un conjunto de 5, pero Roboute había asegurado discretamente la comisión de una sexta ante la insistencia de Ferrus Manus de que se permitiera a Fulgrim unirse a las reuniones.

En 4 de las otras 6 sillas estaba sentado Rogal Dorn, a la izquierda de Roboute, con Ferrus Manus, Fulgrim y Leman Russ sentados en una fila continua, dejando la última silla a la derecha de Roboute actualmente vacía. Cada uno de sus hermanos tenía algún tipo de bebida, Leman Russ, a su manera habitual, bebía hidromiel de una jarra gigante, lo que hizo que el Gran Lobo pareciera mucho más alegre de lo habitual. Con el resto, era algún tipo de vino elegante, aunque Ferrus y Fulgrim parecían estar inspeccionando otra jarra de hidromiel con reacciones encontradas. Ferrus era inescrutable como siempre, pero Fulgrim parecía completamente horrorizado por la falta de elegancia tanto de la bebida como de su recipiente.

"¡Bienvenido, hermano! ¡Únete a nosotros!", gritó Guilliman a Sanguinius mientras el Gran Ángel se acercaba al grupo. "Te estábamos esperando. Todo está bien, espero".

Sanguinius sonrió débilmente y respondió: "Como puede ser, hermano. Como puede ser. Estos son tiempos oscuros y nos llevará muchos meses volver a alguna forma de normalidad".

—No os preocupéis por el hermano bastardo primogénito —murmuró Russ—. Como ya he dicho antes, está esperando que nos unamos a él en el más allá para esperar el Tiempo del Lobo. Estoy seguro de que se está divirtiendo al máximo y haciendo preparativos para todos nosotros. Pero, por favor, aunque lo amé tanto como a cualquiera, hablemos de otras cosas esta noche. Me he cansado de hablar siempre de los problemas que nos afligen. ¡Hablemos de algo alegre!

Sanguinius se sentó junto a Guilliman, tomó la copa de vino que le ofreció Roboute y sus alas se acomodaron suavemente en el diseño único de la silla. Al ser el único Primarca con una figura humanoide no estándar, Sanguinius en ocasiones encontraba incómodas las sillas diseñadas para otros Primarcas. Podía adaptarse, pero Guilliman conocía la incomodidad de su hermano y nunca encargaría nada que no tuviera en cuenta las necesidades de sus invitados.

Mientras Roboute agarraba su copa, respondió: "Es cierto, hermano mío, nunca avanzaremos si nos limitamos a recordar sin parar. Creo que nuestro querido hermano fallecido nos perdonaría teniendo en cuenta lo que debe suceder ahora. Querría que miráramos hacia el futuro y nos aseguráramos de hacer un mejor Imperio en su nombre".

Russ levantó su jarra y gritó: "¡De acuerdo!"

Rogal levantó su propio vaso para brindar y murmuró: "por Horus".

Al unísono Fulgrim y Ferrus también repitieron: "por horus".

Sanguinius dejó que una suave sonrisa se dibujara en su rostro. Su corazón estaba apesadumbrado, pero la compañía de sus hermanos era mejor que cualquier otro elixir para el alma.

"Bueno, parece que aquí estamos en inferioridad numérica, hermanos. Supongo que no tengo más opción que dejar mi manto de dolor en la puerta".

Russ se inclinó hacia atrás de su silla y golpeó a Sanguinius en la espalda con tanta fuerza que el Ángel casi se cayó de su asiento. Su copa de vino se derramó y derramó un charco de su contenido a pocos centímetros de los pies de Sanguinius. Rápidamente, un grupo de sirvientes que portaban los sellos de Ultramar se apresuró a limpiar el desastre.

—¡Ése es el espíritu, plumas! Ahora, ¿de qué hablaremos, eh? —tronó Russ, con una sonrisa que sólo el Gran Lobo podía lograr.

Fulgrim miró a Roboute y enarcó una ceja, declarando: "Sospecho que nuestro hermano tiene una buena razón para realizar una reunión a estas altas horas. Nuestras noches anteriores han sido mucho más relajadas, el hecho mismo de que haya traído el BUEN vino es una señal de que tiene algo para lo que desea que estemos de buen humor. No es que me oponga, por supuesto, esta es definitivamente tu mejor noche que he tenido en un tiempo hasta ahora, hermano".