Capítulo 18.- Adiós bananito.

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Gavi

—¿Lista de cosas “antes de morir”? - leyó Kevin. - ¡Gavi!
—No es lo que crees – le dije, mientras escuchaba las carcajadas de Charles.
—Gavi, ¿te quieres suicidar? - habló más serio. Claramente negué con la cabeza mientras, aún, intentaba arrancar el papel de sus manos.
—Tú no te rías, es serio. - le dijo al monegasco.—No me quiero suicidar Kevin. Y no estaba escribiendo de ese lado. - dio vuelta el papel y comenzó a leer.
—“Lista de cosas para empacar” - lo pensó un instante. - Gavi, ¿te irás para suicidarte?
—No, estúpido. Charles y yo nos iremos del internado. – dije tomando el papel de sus manos.
—¿Se van a suicidar juntos?. - Es imbécil.
—No nos vamos a suicidar. -Esta vez habló el mayor. - Nos iremos para que Pablo haga la quimio. - Le lancé un cojín al predestinato por revelar más información de lo debido.
—Oh, lo siento Gavi - dijo Kevin, se notaba triste – iré a visitarte y, si necesitas algo, sabes que estoy para ti. - Terminó abrazándome.

Justo en ese instante entró Pedri.
—¿No sabes tocar idiota? - dijo Charles.
—¿Tú qué haces acá? - Le preguntó a Kevin.
—En verdad, nada que te importe – besó mi frente y me dijo. - cuídate, ya me voy.

Asentí viendo como tomaba a Charles en sus brazos y tratando de llevárselo, claramente el otro chico gritaba llamándolo pervertido y esas cosas. Finalmente salieron por la puerta con una sábana cubriendo el cuerpo del mayor.
—Hola Pedri – suspiré mirándolo.
—¿Por qué te abrazaba ese idiota? – preguntó Pedri causándome otro suspiro.
—Ven siéntate – sumiso a mi orden se sentó a mi lado.

Trataba de encontrar las palabras correctas.

—Yo, yo me tengo que ir, nos iremos con Charles, por unos meses. – él me miraba expectante.
—Te, irás ¿Por qué?
—¿Recuerdas el domingo que fui al hospital? – Asintió - debo descansar. - finalicé. Le mentí, si, pero que puedo hacer.

Prefiero alejarme de él para que no se encariñe y me tenga que aguantar en esto, suficiente con que ya estoy arrastrando a Charles.

[…]

Ya era sábado, con nuestras maletas en manos esperábamos a la limusina.

Estaban todos ahí. Pedri había insistido en acompañarme, a lo que me negué rotundamente.

—Adiós papá – lo abracé, antes de que volviera a hablar por teléfono.
—Adiós hijo, allá estarán tus tías, te recibirán. - asentí. Mis tías tenían casi mi edad, entre 22 y 26 años.

Me alejé de papá y me acerqué a Fermín  y Joāo.

—Bye estúpidas – dije antes de abrazarlos. Tú – señalé a Joāo – cuídalo, por que vendré y patearé tu cosa. - dije sacándole una carcajada a ambos.

Me acerqué a Ferrán y, aunque no nos conocíamos mucho era un buen chico, lo abracé y le dije – algún día conoceré a Kenia.

Después Kevin, que no había soltado a Charles desde que lo conoció.

—Adiós idiota, cuidadito con Charles – dije recibiendo un golpe por su parte, para recibir posteriormente un abrazo.

Finalmente Pedri, con él había pasado más tiempo, ya éramos buenos amigos.

—Adiós Bananito – lo abracé.
—Espera, tengo algo para tí - dijo sacando de un bolso el peluche de plátano. – para que me recuerdes. - Sonreímos y lo volví a abrazar.

Cuando Charles terminó de despedirse de todos, nos subimos al auto que, por cierto, había tenido que esperar unos 10 minutos.

꧁El Internado (Gadri's Version)꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora