❧Desconfianza☙

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— ¿Pueden creerlo? — Un erizo azul estaba exaltado, explicándoles a Knuckles, Sally y Rouge lo ocurrido — Seguro que ese par está hablando mal de mí en este momento, después de haberlos salvado incontables veces...

— Sonic, cálmate — intervino la albina sentada junto a Knuckles — estás muy alterado, querido. Relájate y luego nos explicas mejor lo que pasó.

— ¡No hay más que contar, Rouge! —

— ¿Qué tal si pruebas un poco de pizza? — Sally le ofreció una rebanada al erizo, sonriéndole — Estoy segura de que te ayudará a calmarte y olvidar a esa...tal Amy que solo te lastima.

— Oh, gracias Sal, sabía que podía confiar en ti — Dijo alegremente tomando la rebanada de pizza de la chica y dándole un mordisco rápidamente —

— Ahí está el Sonic que adoramos — Comentó la albina con un tono algo burlón, mientras el echidna solo los miraba de reojo —

— Sí, jeje, al que adoramos — La ardilla rió algo nerviosa y sonrojada — Por cierto, cambiando de tema, ¿se enteraron de que Silver regresa mañana? —

— ¿Silver? Sí, a este punto pasa tanto tiempo fuera de Mobius que olvido cómo es su rostro — Agregó el erizo mientras terminaba su rebanada de pizza —

— Ser un héroe del tiempo no es tan fácil — comentó el equidna, mostrándose algo ansioso — estoy deseoso de verlo, tal vez podríamos ir a jugar bolos.

— ¡Por supuesto! Oh, realmente me beneficiaría una salida así para despejar la mente — dijo el erizo, tomando otra rebanada de pizza —

— Oye, ¿alguien sabe qué pasó con Shadow? — preguntó la chica de cabello castaño. Al oír el nombre "Shadow", todos guardaron silencio por unos instantes — ¿eh?

— No entiendo por qué reaccionan así, todos sabemos que Shadow no busca redención — intervino el equidna, intentando aliviar la tensión — No tenemos idea de dónde está, pero es posible que Silver aún mantenga contacto con él —

— Es una pena que ya no le interesemos, pero son cosas que pasan en la vida — Agrego la albina mientras levantaba los hombros —

— Entiendo, perdón si los incomodé — dijo la ardilla, visiblemente apenada.

— Nahhh, no te preocupes Sal, todavía eres nueva en el equipo. ¡Mientras me traigas esta deliciosa pizza, eres más que bienvenida! — bromeó el erizo con una sonrisa dirigida a la castaña, quien se limitó a sonrojarse y cubrir parcialmente su rostro.



(...) (...) (...)

— Bueno Tails, ¡fue un placer pasar tiempo contigo! — Exclamaba una eriza muy sonriente mientras salía de la casa del pequeño zorro. — ¡Te prometo que la próxima vez te haré ese pastel de café con crema!

— Por favor, tus pasteles son extremadamente deliciosos — Respondió el zorro con un tono sereno, sosteniendo la puerta.

— Awww, gracias Tails — La eriza de pelo rosa le sonrió dulcemente al zorro, quien cerró la puerta rápidamente, un comportamiento que ya le resultaba algo normal. — Bueno, supongo que debería irme a casa ya.

La eriza paseaba, admirando el espléndido atardecer; el cielo se vestía de un naranja armónico, mientras los pájaros surcaban el aire en bandadas visibles a la distancia. Absorta en la belleza del momento, se encontró frente a su hogar sin apenas notarlo. Aunque modesta en tamaño, su casa no carecía de encanto, destacando un jardín donde rosas y orquídeas de tonos rosados robaban el protagonismo.

— No puedo esperar a tirarme a mi cama, hoy fue un día muy largo y agotador... — Dijo la pelirosada entre bostezos, debajo de una maceta saca las llaves de su casa y abre la puerta, su casa estaba algo oscura, solamente siendo iluminada por la luz del sol ocultándose que traspasaba las ventanas débilmente—

La eriza cerró la puerta con un golpe y se dirigió a su habitación, dejando la puerta ligeramente abierta antes de entrar al baño para darse una ducha caliente, no sin antes poner música para animar el ambiente solitario.

Después de la ducha, ya en pijama, se acercó a su tocador y comenzó a secar sus púas con un secador y a aplicar crema en su rostro. Sin embargo, segundos después, se oyó un ruido en la puerta, como si se hubiera movido ligeramente, algo que no pasó desapercibido para la eriza.

— ¿Mmm? — Se levantó del tocador y cerró la puerta de su habitación, pensando que probablemente fue el viento.

La eriza se dirigió a su cama, apagó todas las luces, se acurrucó bajo las sábanas y abrazó una almohada esponjosa.

Transcurrieron varias horas y Amy dormía con gran profundidad, ajena al hecho de que algo la acechaba desde hacía tiempo. A través de su ventana, se distinguían dos puntos rojos que la observaban en silencio, cuidando no emitir ruido alguno que pudiera despertarla. Aquello que la vigilaba conocía bien que la eriza era sumamente perceptiva y observadora.

De un segundo a otro la presencia se encontraba enfrente de ella, aun observando como dormia y siendo cuidadoso.

Este movió lentamente su mano, dirigiéndola hacia su cuello. Pero como era de esperar, la eriza abrió rápidamente los ojos, levantándose de golpe y mirando hacia todos lados.

La eriza aún estaba adormilada y sus párpados parecían cerrarse por sí solos, pero nada parecía estar fuera de lugar en su habitación. — Odio tener pesadillas — dijo con tono de molestia mientras se levantaba e iba al baño por un vaso de agua.

Lo que estuviera acechando a Amy se había desvanecido en el momento en que ella abrió los ojos. La eriza regresó con un vaso de agua en la mano y tomó un poco sentada al borde de su cama, luego notó que su ventana estaba ligeramente abierta.

— Pensé que la había cerrado — murmuró con desgana, dejó el vaso en su mesita de noche, cerró la ventana y la cubrió con la cortina, y luego se volvió a acostar en su cama intentando volver a dormir.

Por mas que intento dormir, la eriza no pude pegar los ojos en todo lo que restaba de la noche, no sabia porque pero...sentia demasiada desconfianza como para quedarse dormida.


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♡I am Sonic ۵Where stories live. Discover now