Capítulo 3

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El sonido de pasos afuera hizo que Busaya, quien estaba a punto de quedarse dormida, abriera los ojos. En la oscuridad, levantó la mano para ver el reloj, cuyo visor marcaba las dos y veintiocho minutos. 

Todos sabían que, además de ser experta en el campo en el que se graduó, también lo era en el arte de dormir y descansar. Sin embargo, estar en un lugar desconocido dificultaba que conciliara el sueño. Ella sabía que debía intentar dormir a esa hora, ya que, de no descansar bien, al día siguiente se despertaría sin energía, lo que podría retrasar aún más el trabajo urgente que tenía que hacer. 

Pero los sonidos de los pasos afuera eran molestos. ¿Quién estaría caminando a estas horas? Quizás podría ser algún espíritu del lugar. 

Aun así, Bua ya había pedido permiso a los espíritus del lugar antes de comenzar su trabajo en la tarde. ¿Por qué no podían esperar a que ella se durmiera y aparecer en sus sueños? Era su primera noche allí, y parecía que no la iban a dejar en paz. 

La joven doctora se giró hacia su compañera de tienda, a quien le había dado la espalda desde temprano. Durante esa hora, Phinya había intentado molestarla con comentarios malintencionados, pero Busaya decidió ignorarla y no responderle. 

Ella valoraba tanto su sueño que prefería evitar cualquier discusión que le arruinara el ánimo. Pensaba que, si esa mujer no dejaba de molestarla, pediría permiso para ir a dormir en la tienda de campaña del equipo de rescate y así terminar con el asunto de una vez. 

De repente, sintió que Phinya también se movía. Busaya, lentamente, metió la mano debajo de su almohada. 

—No enciendas la luz —susurró Phinya en la oscuridad. 

—No hagas ruido. Si oyes algo, no salgas —añadió con voz firme antes de levantarse. 

Luego, Busaya escuchó un pequeño sonido metálico en la oscuridad.

Aunque no sabía qué estaba ocurriendo, su intuición le decía que no era nada bueno. Así que decidió seguir las instrucciones de su compañera. Apenas se atrevió a moverse en ese momento y sintió que su (no muy querida) amiga salía sigilosamente hacia la entrada de la tienda. 

Phinya trató de abrir la cremallera de la puerta lo más silenciosamente posible. La abrió un poco y echó un vistazo hacia afuera. 

—¿Desde la primera noche? En verdad, los espíritus de esta zona son muy feroces —murmuró. 

Luego, Phinya desapareció de la tienda, mientras que Busaya solo pudo quedarse quieta y rezar para que todo saliera bien. 

Sin embargo... 

<<¡Bang!>> 

Parecía que la situación no iba a ser como ella esperaba. 

Un segundo disparo sonó enseguida, seguido de varios más, que en total sumaban más de diez. 

¿Estaría en peligro Phinya, quien había salido corriendo hace un momento? 

Aunque Phinya no le caía especialmente bien, eso no significaba que quisiera que resultara herida o algo peor. 

Busaya sintió que solo podía quedarse quieta, contener la respiración y sobresaltarse cada vez que escuchaba el sonido de un disparo. 

No pasaron ni cinco minutos cuando la persona en la que Bua había estado pensando regresó corriendo a la tienda con una linterna en la mano. 

Cranium [Muestra]Official Spanish version coming soonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora