Pandora era tan ella pero peligrosa hasta para su misma gente y los demonios que del cielo llegaban, gracias a las criaturas que ahí habítan, capaces de acabar con cualquier na'vi ó demonio que cruzase por su camino y fuese presa facil.
Entre el anocher de el bosque de Pandora se podía escuchar un llanto estroundoroso resonar por el amplio lugar, donde ya hacia enfrente de un árbol una bebé recostada entre las hojas esparcidas que calleron de los árboles, las cuales se encontraban humedas por la reciente lluvia que hace un momento habia cesado.
Una silueta alta y esbelta se demostraba mientras se acercaba con pasos lentos y firmes, caminando entre los árboles con sigilo, evitando hacer ruido alguno que pudiese espantar a la infante la cual ahora era motivo de su curiosidad, la bebé al notar su presencia paro el llanto que de sus grandes ojos llorosos salia, la presencia de la mujer le generaba una calma inigualable, logrando ser cargada por las manos de aquella mujer que ahora la miraba.
La mujer de apariencia mayor, miraba al bebé con detenimiento y examinando cada uno de sus gestos asegurandose de que estuviese sano, puesto a que el clima no era el mejor en aquel momento, menos para un casi recien nacido, O mejor dicho una, puesto a que se habia percatado que realmente no sostenia a un macho si no que a una pequeña hembra.
-Una hembra, una 𝒎𝒆𝒔𝒕𝒊𝒛𝒂- Dijo la mujer con impresión al fijarse en los grandes orbes azules que la bebé poseia, los rasgos de esa cria eran diferentes y unicos, una convinación de los rasgos de su clan con los de algun otro diferentes, puesto a que era muy semejante a un omaticaya, pero su piel y extremedidades la delataban.
Miro a la bebé con detenimiento pensando en un nombre apropiado y aceptable para aquella criatura, bendición de eywa, que ahora se habia puesto en su camino, de la cual ella se encargaria sin duda alguna.
Cuando de pronto un nombre le llego a la mente- 𝑳𝒆𝒊'𝒘𝒂 -Susurro la mujer mirando a la bebé que se encontraba gimotean y acurrucandose feliz entre sus brazos en busca de afecto.
La mujer habia decidió llevarse a la bebé con ella de regreso a su clan, para que ahora la bebé tambien formase parte de el como su familia, aun con la incertidumbre de no saber que le depararia el futuro a aquella bebé que ahora cargaba en sus brazos, pero presentía que sería bueno.
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