El sol brillaba intensamente sobre la costa de ese paraíso caribeño, donde el lujo se encontraba con la naturaleza. En el centro de ese mundo estaba el hotel más lujoso de la región, un imponente resort de cinco estrellas conocido por ofrecer una experiencia exclusiva, un lugar donde Gala Montes había crecido, entre bastidores y con un conocimiento único de cada rincón.
Desde pequeña, Gala había aprendido de su padre, Aurelio Montes, el valor de cada detalle en el servicio. Ahora, como gerente de atención al huésped, estaba acostumbrada a lidiar con clientes exigentes, aunque nunca pensó que esa habilidad sería puesta a prueba tan rápido.
Esa tarde, mientras revisaba unos reportes en recepción, escuchó un escándalo cerca de la entrada principal. Karime Pindter, una famosa influencer conocida por su estilo único y su temperamento explosivo, acababa de llegar. Con una actitud llamativa y una sonrisa despreocupada, se pavoneó hacia el lobby, seguida por sus inseparables amigos: Luigi, Jawy, Chile, Jey y Micky.
Mientras su grupo se reía y tomaba fotos, Karime se acercó a la recepción y exigió su habitación con una actitud de diva. Gala, quien siempre mantenía su profesionalismo, le explicó amablemente que el proceso de check-in llevaría unos minutos.
– Esto es ridículo – exclamó Karime, cruzándose de brazos. – He venido a relajarme, no a esperar.
Gala sintió la primera chispa de frustración. Tomó aire y, con la misma serenidad, le pidió paciencia.
Karime molesta, dio media vuelta, y antes de que Gala pudiera ofrecer una disculpa, la influencer levantó la voz.
– Quiero hablar con el administrador. Esto es inaceptable.
Hola mis amores, está historia surgió por la idea de @abrylsolis (en X) que me dio la oportunidad de hacer su grandiosa idea y pues nada, espero les guste 🫶🏻
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También gracias a mi amigue Leo que hizo la súper portada JAJAJAJ (mentira chiko, te quiero🫶🏻)
