𝐋𝐢𝐱𝐉𝐢𝐧 | En un mundo donde la línea entre fantasía y realidad se desdibuja, surge una historia de amor prohibido que desafía todas las reglas. En el pequeño pueblo de Forks, Washington, un joven llamado Hwang Hyunjin llega para vivir con su pa...
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𝕱𝖗𝖊𝖈𝖐𝖑𝖊𝖘 𝕯𝖔𝖙𝖙𝖊𝖉 𝕳𝖊𝖗 𝕾𝖐𝖎𝖓 𝕷𝖎𝖐𝖊 𝕷𝖎𝖙𝖙𝖑𝖊 𝕵𝖊𝖜𝖊𝖑𝖘
El viernes, ingresé a la clase de Biología sin temor a encontrarme con Felix. Hasta donde sé, había abandonado la escuela. Intentaba no pensar en ello, pero no conseguía reprimir del todo la preocupación de que yo fuera el culpable de su ausencia, por muy ridículo que pudiera parecer.
Durante mi primer fin de semana en Forks, no sucedió nada digno de mención. Namjoon no estaba acostumbrado a quedarse en casa y prefería pasar su tiempo en el trabajo. Limpié la casa, hice mis tareas, escribí y respondí unos cuantos correos a mi madre, tratando de aparentar alegría. El sábado visité la biblioteca, pero al ver que tenía pocos libros, no me tomé la molestia de hacerme socio. Pronto tendría que visitar Olympia o Seattle y buscar una buena librería. Me puse a calcular con despreocupación cuánta gasolina consumiría el monovolumen, y el resultado me produjo escalofríos. Durante todo el fin de semana, cayó una lluvia fina y silenciosa, por lo que pude dormir bien.
El lunes, en la clase de Literatura, como era costumbre, Jay se sentó a mi lado. Hubo un examen sorpresa sobre Cumbres Borrascosas. Fue fácil, sin complicaciones. A éstas alturas, me sentía mucho más cómodo, de lo que hubiera imaginado. Al salir de la clase, el aire estaba lleno de remolinos blancos. Oí a mis compañeros dar gritos de alegría. Sentí el intenso frío; heló mi nariz y mejillas.
──── ¡Vaya! ──exclamó Jay ─── Está Nevando.
Observé las plumas de algodón que se amontonaban al lado de la acera y, arrastradas por el viento, danzaban de forma impredecible, acariciando mi rostro.
──── ¡Uff!Nieve. Mi gozo es un pozo. Jay se sorprendió.
──── ¿No te gusta la nieve?
──── No. Significa que hace demasiado frío incluso para que llueva. ──obviamente.
──── ¿No conocías la nieve? ── me preguntó con incredulidad.
──── ¡Claro que sí! ──Hice una pausa y añadí ──── En la televisión.
La risa de Jay se cortó abruptamente cuando una bola húmeda y blanda le dio en la nuca. Nos giramos para ver de dónde había venido; sospeché de Hongjoong, quien caminaba en dirección opuesta, alejándose del camino hacia nuestra siguiente clase. Era evidente que Jay pensó lo mismo; se agachó y comenzó a amasar una bola de nieve con una sonrisa astuta en su rostro.
──── Te veo en el almuerzo, ¿okey? ── seguí mi camino sin dejar de hablar. ──── Me refugio de la gente que se lanza bolas de nieve. Jay asintió sin apartar la mirada de Hongjoong, quien emprendía la huida.
