𝐋𝐢𝐱𝐉𝐢𝐧 | En un mundo donde la línea entre fantasía y realidad se desdibuja, surge una historia de amor prohibido que desafía todas las reglas. En el pequeño pueblo de Forks, Washington, un joven llamado Hwang Hyunjin llega para vivir con su pa...
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𝖄𝖔𝖚𝖗 𝕰𝖝𝖙𝖊𝖗𝖎𝖔𝖗 𝕯𝖔𝖊𝖘 𝕹𝖔𝖙 𝕽𝖊𝖋𝖑𝖊𝖈𝖙 𝖄𝖔𝖚𝖗 𝕴𝖓𝖙𝖊𝖗𝖎𝖔𝖗
Observé a Felix cómo apretaba los puños al bajar la vista. El profesor Choi se acercó a nuestra mesa, intrigado por nuestra falta de actividad. Echó un vistazo a nuestra hoja; su expresión cambió de curiosidad a sorpresa.
──── En fin, Felix, ¿no deberías compartir el microscopio con Hyunjin?
──── En realidad, él identificó tres de las cinco diapositivas.
El señor Choi me miró con una expresión escéptica.
──── ¿Has hecho antes esta práctica de laboratorio? ──preguntó. Sonreí con timidez.
──── Con la raíz de cebolla, no.
──── ¿Era una blástula de pescado blanco?
──── Sí. El señor Choi asintió.
──── ¿Estabas en el curso avanzado en Phoenix?
──── Sí.
──── Bueno ──dijo después de una pausa ──── Supongo que es bueno que ambos sean compañeros de laboratorio. Murmuró algo más mientras se alejaba. Una vez se fue, comencé a gabaretear de nuevo mi cuaderno.
──── Es una lástima lo de la nieve, ¿no? ──preguntó Felix. Me pareció que se esforzaba por conversar un poco conmigo. La paranoia volvió a apoderarse de mí. Era como si hubiera escuchado mi conversación con Yuna durante el almuerzo e intentara demostrar que me equivocaba.
──── En realidad, no ──le contesté con sinceridad, rompiendo el molde de normalidad que todos esperaban de mí.
──── A ti no te gusta el frío No era una pregunta.
──── Tampoco la humedad ──le respondí.
──── Para ti, debe ser difícil vivir en Forks ──concluyó.
──── Ni te lo imaginás ──murmure con desilusión. Por algún motivo incomprensible, parecía embelesado con mis palabras. Su reacción me intrigaba, así que evité cruzar miradas más de lo necesario.
──── En tal caso, ¿por qué viniste aquí? Su pregunta me hizo sentir como si estuviera bajo interrogatorio.
──── Es... complicado
──── Te escucho. Hice una larga pausa y entonces cometí el error de mirar esos relucientes ojos que me confundían y le respondí sin pensar.
