Capítulo 20.

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Su omega ronroneaba de felicidad por el estado en que se encontraba, después de todo las cosas empezaban a estar bien o al menos eso parecía.

Hoseok apareció, Jin tendría un bebé y lo más importante era que su omega regresó y agregando se encontraba plácidamente dormido en los brazos de su alfa.

Fue un poco abrumante el sentir a su omega de nuevo en su pecho. Era tan lindo, cálido y gratificante, su instinto ya no se sentía tan débil ni distante.

Las heridas de Jungkook sanaban con facilidad.

Las caricias que Jungkook le hacía en el cabello lo despertaron.

—Buenos días dormilón, lamento despertarte, pero tu comida se enfriará cariño —lo primero que Jimin vio fue esa gran sonrisa.

—Buenos días, alfa... —se queda callado, su omega aullaba feliz—, digo Jungkook, digo que yo, lo siento, perdón —Jimin se escondió bajo las mantas, cerrando los ojos con fuerza, avergonzado de las palabras que dijo.

—Buenos días, omega —la risa ronca de Jungkook retumbó en sus oídos, lo abrazó para acercarlo más a él para descubrir su rostro y apreciarlo mejor—. No te escondas, déjame verte, amor.

Jimin se descubrió, apartó la mirada —¿Cómo te sientes? ¿Te duele mucho? —pregunta rozando uno de sus vendajes.

—¡Auch! Jimin eso dolió... —el alfa finge quejarse y el ojiverde abre los ojos en grande empezando a disculparse.

—Lo siento, lo siento, lo siento Kook, perdona, no quise lastimarte. Es que pensé que yo podía...

—No Jimin, es una broma cariño, tranquilo, tú me haces bien, ¿comprendes? Eres mi omega, lo sentí desde hace mucho y eso me ayuda mucho en la curación —Jungkook sintió ternura al ver la reacción del ojiverde, su expresión era sorprendida y su rostro totalmente rojo.

—Eres un tonto, me asustaste, pensé que te había hecho daño —Jimin le retó. Jungkook le observó, sintiéndose más atraído.

Jimin se quedó viéndole fijo, perdió la noción del tiempo observando el rostro del alfa, Jungkook sintió alegría al ver cómo Jimin no temía ni se cohibía delante del él.

El omega rió enternecido, Jungkook besó su mejilla al notar el sonrojo en su piel.

Jimin se sentó sobre la cama, Jungkook emitió un sonido que nació de su garganta por la separación del omega, el ojiverde se dio vuelta para ubicarse detrás de Jungkook, así su pecho sostendría la espalda del alfa.

—Estás un poco despeinado —masajeó su cuero cabelludo desenredando los mechones de cabello, el alfa cerraba los ojos bajo la relajante sensación—. ¿Te molesta que haga esto? ¿Has comido algo? ¿Necesitas algo?

—No me molesta para nada, amor, comeré cuando tú lo hagas, y solamente te necesito a ti —toma una de las manos del omega y deposita un beso en ella.

—¿Completamente seguro?

—Sí Jimin, eres un amor, gracias.

—No es nada, estás herido —suspira—. Ayer me asusté, pensé que tus heridas eran graves. Pensé te habían hecho mucho daño. Que tú...

—No, Jimin, no te preocupes, ellos no pueden hacerme nada.

—Pero mira cómo estás, ellos te lastimaron —Jimin recuesta su mentón sobre la cabeza del alfa y lo abraza con timidez. Temía lastimarlo, tenía vendajes por todos lados.

—No, esas son heridas del cuerpo, solamente una persona puede hacer que pase algo y en realidad me afecte, dime, ¿qué se siente cariño? —pregunta Jungkook de la nada, recordando a todos su linaje puro, diciendo que nada podía derribarlo o hacerlo sufrir.

cenizas  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora