Tulipanes - Kivi

Capitulo 16

Una vez llegan a su destino Violeta decide derrotada despedirse de la morena, creyendo que había perdido su oportunidad de pasar la mañana con ella.

Estúpido resfriado.

-Bueno, pues supongo que nos veremos... - le dice la pelirroja sin tratar de disimular su decepción

-No, de hecho, vas a subir conmigo – dice con firmeza Chiara

-Que? - pregunta confundida Violeta sin saber si la fiebre estaba haciendo que imaginara cosas

-No te voy a dejar que te vayas así, venga sube – la intenta convencer la inglesa

-Pero yo no quiero molestar – dice la andaluza sin querer causar problemas en casa de los Oliver, a pesar de que estuviera deseando pasar más tiempo con la chica

-No seas idiota, si me molestaras no te habría traído conmigo, sígueme – le dice para después al ver que Violeta aun no reaccionaba, coger su brazo y llevarla hasta su piso

Iba a estar en su casa, con ella. Sin la excusa de cuidar a su hermano.

Definitivamente la fiebre le estaba afectando. Estaba teniendo alucinaciones, porque esta situación era completamente imposible hace una semana.

-Joey y Jas aun duermen, Alex se ha ido con Denna – le informa mientras la sigue guiando, ahora sosteniendo su muñeca para guiar el paso

-No quiero contagiarles, y menos aún a ti – se da cuenta Violeta mientras entran a la habitación de la morena

-No te preocupes por eso, tu ponte cómoda y descansa ¿quieres la camiseta del otro día? - intenta calmarla la inglesa

¿Como podía ser tan mona? Que estuviera actuando así, tan perfecta, no estaba ayudando en nada a Violeta. Lo único que estaba consiguiendo era que su cabeza estuviera aún más sobre estimulada.

-Si, porfa – le responde poniendo una voz de bebe

Dios mío, definitivamente estaba delirando.

Por suerte para ella, Chiara decidió no reírse de su estado, en cambio le ofreció la camiseta y le dio un leve apretón a su hombro.

-Tu relájate, voy a ver si encuentro algo para que te baje la fiebre – le dice la inglesa para después salir de su habitación

Una vez la chica abandono la habitación Violeta suspiro sin creerse como había cambiado su día en unos pocos minutos. Lo que pensaba que sería una mañana tranquila donde intentaría conquistar a Chiara con sus bromas y coqueteos, la ha acabado llevando a su habitación, en su cama, con su camiseta.

Ni siquiera en los mejores sueños de Violeta esto iba a pasar tan rápido.

Unos minutos después la pelirroja se había cambiado y se encontraba bajo las sábanas de Chiara intentando relajarse, como la morena le había sugerido.

Antes de que le dé tiempo a pensar más, la inglesa entra por la puerta con un vaso de agua y una pastilla.