Tulipanes - Kivi

Capitulo 8

Girl From Mars - Ash

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El lunes llega y con ello la vuelta al trabajo golpea de nuevo a nuestras protagonistas. En primer lugar, Chiara y Alex reciben a sus hermanos a su vuelta, como prometieron, antes de volver a la rutina.

Los dos se dirigen a la empresa esperando comenzar una semana ajetreada y estresante, como llevan haciendo ya demasiados años. Alex trabajaba en el departamento de marketing, lo cual a pesar de ser cansado por todas las horas que conllevaba, aun le dejaba tiempo para estar con su familia y amigos.

Por otra parte, Chiara lo tenía más complicado, ella era la encargada principal del departamento de contabilidad. Era un puesto que le había costado mucho trabajo y esfuerzo, llevándola a conseguirlo a sus 25 años. Y si, definitivamente no era su trabajo soñado, pero pagaba las facturas y hacía que en su casa se pudiera respirar con más tranquilidad.

Aun así, este puesto hacía que Chiara hubiera renunciado a sus sueños hace mucho tiempo. Vivía para trabajar, pasaba sus días en la empresa y cuando no estaba allí, pensaba en ella. Con el poco tiempo que le quedaba, pasaba tiempo con su familia. Ellos eran lo más importante para ella después de todo, y por ello el sacrificio valía la pena.

El día para la inglesa se presentaba fatal, siendo inicio de semana todo parecía ir cuesta abajo, llenándose de trabajo desde que entró a su oficina.

Pasaron las horas con ella encerrada en sus números, pero lo que consiguió que el día fuera aún más frustrante fue que no podía concentrarse. Había algo que llevaba rondando su cabeza desde ayer por la noche.

Violeta Hódar.

Nunca le había pasado, se sentía mal, arrepentida. Necesitaba disculparse, pero no podía hacerlo, si lo hacía demostraría debilidad y perdería el control de la situación. Y no puede perder el control.

Las palabras de la pelirroja resonaban en su cabeza, como si su consciencia le estuviera castigando por todos estos años siendo una cínica con la confianza suficiente para pensar que podía evitar cualquier imprevisto que la vida le pusiera.

Porque si Violeta Hódar era un imprevisto, lo supo desde la primera vez que la vio. Desde el minuto uno la chica consiguió sacarla de sus casillas y eso era algo muy difícil de lograr. Por ello, la inglesa ha intentado mantener las distancias inútilmente. Ya que aquí se encontraba, pensando en ella. Y en cómo había conseguido trastocar su vida en dos simples interacciones.

¿Debería escribirle un mensaje? ¿O tal vez esperar hasta su próxima clase? De esta manera, tendría tiempo para que las cosas se enfriaran. Así tal vez si decidía no actuar como una completa idiota de nuevo, la pelirroja entendería que esa era su disculpa.

Si esa era la mejor opción, esperar.

¿Entonces porque seguía pensando en ello?

-Señora Oliver ¿puedo pasar? - pregunto su secretaria llamando a la puerta