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La atmósfera en el almacén se volvió tensa cuando los hombres se dieron cuenta de que T/n y Enji eran héroes. El líder, un hombre con una cicatriz en la cara, miró a T/n y Enji con desdén.
—Así que son héroes, ¿eh? Nos han estado siguiendo —dijo, su voz llena de desprecio.
Enji se preparó para actuar, su mirada fija en el enemigo mientras pensaba como se habían dado cuenta tan rápido.
—No venimos a pelear, pero si es necesario, lo haremos —respondió, manteniendo la calma.
El hombre de la cicatriz sonrió, como si la idea le divirtiera.
—No creo que tengan otra opción. ¡Acaben con ellos! —gritó, y los hombres se lanzaron hacia T/n y Enji.
Enji creó una pared de fuego que detuvo a los atacantes en seco. Las llamas iluminaban el espacio, y T/n aprovechó la distracción.
—¡Ahora! —gritó, haciendo que flores explosivas brotaran del suelo, detonando y lanzando a uno de los hombres hacia atrás.
Enji se movió rápidamente, enfrentándose a dos hombres que se acercaban. Con un movimiento preciso, lanzó una ola de fuego, obligando a sus oponentes a retroceder.
—¡No dejen que se escapen! —gritó el hombre de la cicatriz, furioso.
Mientras tanto, T/n se enfrentaba a otro grupo. Con un gesto, hizo que espinas afiladas emergieran del suelo, atrapando a varios hombres.
Enji, al ver que uno de los atacantes se lanzaba hacia T/n, gritó:
—¡Cuidado!
T/n reaccionó al instante, creando una barrera de flores que desvió el ataque. Enji, viendo la oportunidad, lanzó una llamarada hacia el grupo de hombres, llenando el almacén de calor y luz.
El hombre de la cicatriz se levantó, decidido a acabar con ellos.
—¡Esto no ha terminado! —gritó, lanzándose hacia T/n.
Enji se interpuso, desatando una ola de fuego que envolvió al hombre. Sin embargo, el líder esquivó el ataque y se lanzó de nuevo hacia T/n.
—¡Detente! —gritó Enji, pero T/n no se quedó quieta. Con un movimiento rápido, hizo que un campo de flores brillantes floreciera entre ellos, creando una barrera.
Ambos se dieron cuenta de que debían actuar juntos.
—¡Ahora! —gritó Enji, y T/n asintió.
Con un movimiento coordinado, Enji lanzó una llamarada hacia el enemigo, mientras T/n amplificaba el ataque con una explosión de energía floral. La combinación fue devastadora, empujando al hombre de la cicatriz hacia atrás, derrotándolo.
Con la batalla ganada, T/n y Enji se miraron, respirando con dificultad.
Con el hombre de la cicatriz derrotado, el almacén quedó en silencio, salvo por el sonido de los cuerpos caídos y el crepitar de las llamas. T/n y Enji se miraron, sabiendo que habían superado un gran obstáculo.
—Vamos a asegurar que no se levanten más —dijo Enji, mientras T/n asentía.
Usando sus quirks, T/n hizo que las flores espinosas se expandieran, atrapando a los villanos restantes en una trampa impenetrable. Enji, por su parte, creó un círculo de fuego alrededor de ellos, asegurándose de que no pudieran escapar.
—Esto debería mantenerlos ocupados hasta que llegue la policía —dijo T/n, sintiendo que la tensión comenzaba a disiparse.
Enji se giró hacia ella, una ligera sonrisa de satisfacción en su rostro.
—Lo hicimos. Buen trabajo.
Una vez que la policía llegó y se llevó a los villanos, T/n y Enji se dirigieron al hotel donde se hospedaban. El ambiente era festivo, y ambos estaban listos para relajarse después de la intensa batalla.
Al entrar en su habitación, la tensión acumulada se transformó en alivio. Enji se dejó caer en el sofá, mientras T/n se acercaba a la ventana, mirando las luces de la ciudad.
—No puedo creer que lo hayamos logrado —dijo, sintiendo una mezcla de adrenalina y satisfacción.
—Fue un buen trabajo en equipo —respondió Enji, levantándose para buscar algo en la nevera—. ¿Quieres algo de beber?
—Sí, por favor —dijo T/n, sonriendo.
Enji saco una botella de champagne. Ambos se sentaron en el sofá, disfrutando del momento de tranquilidad.
—Deberíamos celebrar —propuso Enji, su tono más relajado—. ¿Qué te parece si pedimos algo de comida?
—Me parece perfecto. Después de lo que acabamos de pasar, lo merecemos —dijo T/n, sintiéndose más ligera.
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