Introducción.

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Él no conocía las palabras y ella ya había perdido la fe en ellas. Pero cuando él la miraba, en ese silencio absoluto, algo dentro de ella se rompía y sanaba al mismo tiempo. Era como si su alma, callada y pura, supiera el lenguaje secreto de sus cicatrices, ese idioma antiguo y sagrado que solo quienes han conocido el dolor pueden entender. Y en ese murmullo sin sonidos, ambos hallaron lo que el mundo jamás les dio: un refugio donde sus sombras danzaban libres, sin miedo, cobijadas por la ternura de un amor que no necesitaba voz para ser eterno.

El silencio de las cicatrices ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora