𝘁𝗿𝗲𝘀. ojos avellanas

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━━━━━━ POV: PERCY JACKSON  ━━━━━━

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capitulo tres
Ojos avellanas

Los siguientes días me acostumbré a una rutina que casi parecía normal, si exceptuamos el hecho de que me daban clase sátiros, ninfas y un centauro

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Los siguientes días me acostumbré a una rutina que casi parecía normal, si exceptuamos el hecho de que me daban clase sátiros, ninfas y un centauro.

Cada mañana recibía clases de griego clásico de Annabeth, y hablábamos de los dioses y diosas en presente, lo que resultaba bastante raro. Descubrí que Annabeth tenía razón con mi dislexia: el griego clásico no me resultaba tan difícil de leer. Al menos no más que el inglés. Tras un par de mañanas, podía recorrer a trompicones unas cuantas frases de Homero sin que me diera demasiado dolor de cabeza.

Mi rutina me empezó a gustar después de que cada mañana cuando Annabeth terminaba sus clases de griego, Agustina me llevaba a la cabaña de Apolo para enseñarme "música con cultura " según ella, el rock nacional argentino no tenía que comprarse al "gringo" Y todo eso.

Resulta que ella no desperdicio ningún minuto para contarme la historia de cada canción de las bandas argentinas y por primera vez mi atención se enfocaba en una sola cosa y no me distraía.

El resto del día probaba todas las actividades al aire libre, buscando algo en lo que fuera bueno. Quirón intentó enseñarme tiro con arco, pero pronto descubrimos que no era ningún as con las flechas. No se quejó, ni siquiera cuando tuvo que desenmarañarse una flecha perdida de la cola.

¿Carreras? Tampoco. Las instructoras, unas ninfas del bosque, me hacían morder el polvo. Me dijeron que no me preocupara, que ellas tenían siglos de práctica de tanto huir de dioses enamorados. Pero, aun así, era un poco humillante ser más lento que un árbol.

¿Y la lucha libre? Olvídalo. Cada vez que me acercaba a la colchoneta, Clarisse me daba para el pelo. «Tengo más de esto, si quieres otra ración, pringado», me murmuraba al oído.

En lo único en que sobresalía era la canoa, que desde luego no era la clase de habilidad heroica que la gente esperaba descubrir en el chico que había derrotado al Minotauro.

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