Amelie
¹⁸Al deslizar la tarjeta, la puerta de la habitación se abrió revelando una luz amarillenta que apenas iluminaba el interior. El cuarto estaba en penumbra, y el silencio. Entré despacio, con la mirada recorriendo el lugar en busca del bolso de Jenn.
En mi apresurado intento por revisar cada rincón, moví con el pie lo que creí era una sombra, pero al dar el paso, escuché un ruido seco de vidrio rompiéndose. Miré hacia abajo y vi los restos de un jarrón hecho pedazos en el suelo. Antes de poder reaccionar, sentí un ardor punzante en la palma de mi mano. Al levantarla, noté apenas una línea roja que se empezaba a formar mientras un leve escozor me hacía fruncir el ceño.
-Genial -murmuré con ironía, observando la sangre que comenzaba a brotar lentamente.
El dolor no era insoportable, pero sí suficiente para hacerme sentir incómoda pues la sangre había manchado mi abrigo.
Con la otra mano, saqué el teléfono de mi bolso y marqué el número de Jenn.
-Jenn, tu bolso no está por ninguna parte, y ahora estoy herida. ¿Dónde demonios lo dejaste? -pregunté frustrada.
Jenn soltó una risa tonta al otro lado de la línea.
-Tiene que estar por ahí. Busca bien... -comenzó a decir, pero su voz fue interrumpida por el fuerte sonido de la puerta al abrirse de golpe.
Sentí un escalofrío y casi dejé caer el teléfono al ver quién estaba en la entrada.
Nicholas había entrado rápidamente, con el rostro serio. Cerró la puerta tras de él, y en dos pasos estuvo frente a mí. Antes de que pudiera reaccionar, me tomó por los hombros con firmeza, como si estuviera comprobando que estuviera bien.
-¿Estás bien, Amelie? -preguntó con una expresión de preocupación que jamás había visto en sus ojos.
Su cercanía desconcertaba, su mirada atrapaba la mía y el calor de sus manos en mis hombros me hacía sentir un cosquilleo que recorría todo mi cuerpo. El aroma de su perfume, fuerte y envolvente, llenaba el aire entre nosotros.
Su mirada bajó un instante hasta mis labios, y mi corazón latía tan fuerte que apenas podía pensar con claridad.
-Sí -respondí asintiendo, un poco desconcertada-. ¿Por qué no lo estaría?
-Tú amiga me mandó un mensaje diciendo que estabas mal, ebria y que ni siquiera podías mantenerte en pie -dijo, mirándome con una mezcla de confusión y preocupación.
Sentí un calor subir hasta mis mejillas, entre la vergüenza y la indignación.
Te mataré Jennifer Williams.
-No, yo... yo estoy bien. Es ella la que... Dios, lo siento mucho, Nicholas -dije, sintiendo la vergüenza en cada palabra mientras me cubría la cara con la mano.
Su mirada se suavizó, pero de repente sus ojos bajaron hasta mi brazo, donde el corte aún estaba visible.
-Amelie, estás sangrando -dijo en un tono bajo pero con preocupación mientras acariciaba la piel cerca del corte.
Sus ojos se encontraron con los míos, y por un instante no hubo palabras, solo el sonido de nuestras respiraciones.
-Espérame aquí, ya vuelvo -dijo en un tono bajo pero autoritario, sus dedos aún rozando los míos.
-Pero... ¿y Jenn? No puedo dejarla sola ahí afuera.
-Me aseguraré de que llegue a casa sana y salva. Solo espérame aquí, Amelie... confía en mí -dijo con voz firme, y tras una última mirada, cerró la puerta.
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(Boss) Nicholas Chavez ¹⁸
FanficAmelie Prescott se convierte en secretaria de Nicholas Chavez. Entre un juego lleno de deseo y seducción donde se enfrentan a situaciones que podría cambiar todo.